XV

3.9K 322 198
                                    

HueningKai sonrió con incredulidad.

─Uh, pero ¿a q-qué te refieres con eso? ─soltó una risita nerviosa, sin imaginarse que Soobin estaba tan metido en eso que incluso había propuesto seguir toda la noche ─N-no creo que... ─se cortó precipitadamente, comenzando a intimidarse por la pesada mirada que el peliazul le estaba mandando.

─Yo sería cuidadoso si fuera tú ─murmuró Choi, tomando de nuevo las piernas del contrario y posicionándose entre éstas ─No olvides que me necesitas ─entró de nuevo en el cálido interior de HueningKai, siendo más fácil que la primera vez gracias a la lubricación que ya había tenido ─Estoy haciéndote un favor.

Mostró una linda sonrisa, escuchando con satisfacción el suave jadeo que se escapó de los labios de HueningKai cuando estuvo completamente dentro de él.

─Será mejor que seas bueno conmigo si quieres que continúe ayudándote ─Soobin comenzó a dar unas duras embestidas, que lograban sacudir por completo el cuerpo del castaño que dejaba que sus manos empuñaran las sábanas ─¿Entendiste? ─tomó sus tobillos con un poco más de fuerza, probablemente sus dejos quedarían marcados en la piel del más bajo.

─¡S-sí, sí! ─dijo entre gemidos, lloriqueando porque su interior se sentía tan bien que no le importó aceptar ─¡L-lo siento! ─y si, el peliazul encontraba un poco excitante el ver a su pequeño compañero tan perdido gracias a él y la manera en que lo follaba.

Se dejó llevar, disfrutando de la estrechez que le otorgaba el chico de cabello castaño mientras su dulce voz seguía quebrandose en gemidos que se entorpecían cuando la punta de su miembro chocaba tan profundo en su interior que se estremecía con fuerza.

─¡Ah, a-ahm, Soobin! ─y ese bonito vocablo llegó a los oídos de Choi mezclado con el insistente sonido de sus cuerpos chocando con fuerza. Las manitas de HueningKai subieron temblorosas hasta los hombros del contrario y apretujaron su ropa, tratando de encontrar el apoyo que perdía por las fuertes estocadas que estaba recibiendo.

─Intenta ser un poco más agradecido la próxima vez ─Choi gruñó contra los labios del más bajo, disfrutando de su suave aliento que aparecía cada vez que jadeaba o gemía.

─¡Dije, ngh...! ¡Dije que l-lo siento!

─¿Sientes eso? ─preguntó el peliazul, chocando tan brusco contra la piel de Kai que esta se enrojecía tras cada embestida ─¿Te gusta justo aquí? ¿Se siente bien cuando empujo contra este lugar?

─Mhm ─el más bajo asintió, desordenando su cabello sobre la almohada antes de echar su cabeza hacia atrás, intentando soportar la enorme cantidad de placer que lo obligó a rodear con sus piernas la cintura del contrario, porque éstas habían comenzado a temblar.

Y Soobin le susurró, aclarandole lo estrecho que estaba. Todo se sentía demasiado bien, tanto que HueningKai no dudó en bajar su mano hasta su erección sintiendo el orgasmo a punto de atacar todo su cuerpo. Bajó y subió tan velozmente como Choi arremetía contra su entrada, mientras sentía como su interior se contraía alrededor del miembro del peliazul.

─¡S-Soobin! ¡Soobin, y-yo...! ─llamó desesperado el castaño, apretando sus ojitos con fuerza mientras su cabeza daba vueltas y sentía que su abdomen cosquilleaba.

El más alto se incorporó, logrando que fuese más sencillo el penetrar profundamente al contrario, haciendo que bastara solamente eso para que HueningKai se encontrara liberando las tiras tibias de su esencia sobre su abdomen y parte de su mano.

Las facciones de Kai se tensaron, mientras todo su cuerpo tenía pequeños espasmos y su semen seguía brotando de su miembro. Soobin se sentía jodidamente grande en su interior, haciendolo jadear ante lo bien que se sentía esa intromisión.

dirty vibration ↯ sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora