XXVIII

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Soobin había ido a darse una ducha con la esperanza de que esto lo ayudara a despejar su mente. Sus pensamientos eran un desastre y lamentablemente, aún estaban de esa manera cuando salió de la bañera.

Se estaba secando el cabello frente al espejo, las gotas de agua aún bajaban por la piel de su pecho, un poco descubierto por culpa de la bata mal atada. Su mente de nuevo se reactivó ¿qué haría de ahora en adelante? Bien, estaba caliente y se dejó llevar por HueningKai aunque sabía muy bien que éste estaba mintiendole acerca de una supuesta misión, así que cuando se dio cuenta las acciones estaban hechas y no tenía mucho sentido arrepentirse. 

Su corazón latió con fuerza por culpa del chico castaño que aún lo esperaba en la habitación, ni siquiera sabía si sería capaz de mirarlo a la cara cuando saliera de ahí. No después de confirmar sus sentimientos, de solo pensarlo su ritmo cardíaco se arruinaba y su rostro comenzaba a arder por el sonrojo. No sabía que estaba haciendo sinceramente.

Y de verdad solo quería saber, si él se sentía de esa manera, ¿cómo se sentiría HueningKai? Sí el castaño mintió, debió de haber un motivo detrás ¿no? ¿Podría ser que se sintiese de la misma manera que él?

Y de verdad solo quería saber, si él se sentía de esa manera, ¿cómo se sentiría HueningKai? Sí el castaño mintió, debió de haber un motivo detrás ¿no? ¿Podría ser que se sintiese de la misma manera que él?

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HueningKai respiraba pausadamente, disfrutando de la tranquilidad de la habitación y la llenadora sensación que atacaba su cuerpo luego de una buena sesión de sexo. Era tan genial e increíble que sin duda se había vuelto uno de sus pasatiempos favoritos.

Las recompensas que la aplicación les daba después de hacerlo eran buenas, claro, pero la oportunidad de follar con Soobin definitivamente superaba a todos los premios que pudiese recibir. Porque el pelinegro era malditamente atractivo y con solo eso lograba calentarlo. Estaba satisfecho con que pudiese recibir premios haciendo algo que le gustaba y no quería pensarlo mucho más.

Si, probablemente no estaba tomándose las cosas en serio pero, ¿a quién le importa?

La puerta se abrió, llamando de inmediato su atención al chico de cabello azul que entraba a la habitación con una expresión algo extraña que decidió pasar por alto.

─¡Por fin llegas! ─dijo como un reclamo no tan serio mientras se incorporaba un poco en la cama ─¿Por qué tardaste tanto? Creí que te habías ahogado en la bañera o algo.

Su única respuesta fue el silencio, uno que lo estremeció de los pies a la cabeza mientras veía a Choi caminar hasta la cama y sentarse a su lado en el espacio libre, dándole la espalda. ¿Había pasado algo que no notó? Intentaría subir los ánimos del tenso ambiente.

─Oh, ¡tengo una idea! ─dijo, un poco más bajito de lo usual, observando la ancha espalda del chico contrario ─¿Qué te parece si bebemos algo antes de dormir? Traeré cerveza...

dirty vibration ↯ sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora