XXXI

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─Soobin... ¿Soobin? ─HueningKai miraba a aquel hombre parte del staff tratando de llamar la atención del peliazul, que por alguna razón parecía ser incapaz de escucharle a pesar de estar a algunos pasos de distancia ─¡Soobin! ─para que volviera a la Tierra, fue necesario un grito que sobresaltó al mencionado.

─Uh, lo siento ─dijo, tan pronto se giró y notó la expresión irritada del hombre ─No lo había escuchado...

─¡Ese es el problema! ¿Qué sucede contigo hoy? ─siguió con el regaño, haciendo que Soobin agachara la mirada. Sí, HueningKai sabía que todos estaban algo estresados por el trabajo pero ¿era necesario tomar eso tan en serio? Él creía que no ─¡Enfócate! ─finalmente la celebridad asintió, siguiendo al hombre a la zona dónde retocarían su peinado y maquillaje.

HueningKai caminó detrás de ellos, aunque por un lado no estuviera de acuerdo con el accionar del hombre, por el otro le daba más que la razón. Soobin estaba raro y eso no se trataba de algo que recién estaba notandose, llevaba más de un par de días así. Era como distante y perdido, completamente en su mundo.

─Bin... ¿Todo bien? ─preguntó al mismo tiempo que tocaba el hombro del peliazul, que estaba ya sentado en una silla esperando a la estilista de esa sesión, logrando que se sobresaltara ─¿Ves? ¿Qué pasa?

─Ah, no es nada realmente ─volvió a bajar la vista a su celular con desinterés, aún sintiendo la mirada pesada de HueningKai sobre su espalda.

─¿Cómo puedes decir que no es nada? ¡Has pasado todo el día mirando el teléfono! ─Soobin dejó su móvil de lado y HueningKai aprovechó el momento para tomarle ambas manos, necesitaba que de alguna forma u otra, Soobin pudiese confiar plenamente en él ─¿Es por qué te llegó alguna misión extraña de la aplicación?

Soobin sintió que su rostro se calentaba, el sentir de sus manos y las de HueningKai juntas no le hacía nada bien a su mente, mucho menos la mirada que el castaño le estaba dedicando en ese momento. Se veía genuinamente preocupado por él, pero al mismo tiempo, sabía que solo se preocupaba como un buen amigo y su interés era único en el vínculo sexual que los involucraba a ambos.

Se sentía mal, porque HueningKai no podía verlo y sentirse de la misma manera que él en ese momento. Enamorado pero con el corazón roto al sentir que, a veces, esa aplicación era la razón por la que el castaño se enfocaba tanto en él.

El peliazul negó, alejándose hasta que sus manos y las de HueningKai dejaron de tocarse. El menor hizo el pequeño amago de tomarlas de nuevo, pero Choi fue más rápido y se alejó hasta que abandonó su silla y se puso de pie.

─Hey, ¿a dónde vas? ─dijo, mirando a Soobin alejándose del sitio con grandes pasos.

El más alto ignoró sus palabras hasta que llegó al baño, cerrando la puerta detrás de sí con rapidez. Las palabras del castaño se repetían en su mente: "¿Alguna extraña misión?" ¡Todo lo contrario! La aplicación no le había dado ninguna misión y eso solo estaba molestándolo. Sentía su mandíbula tensándose por culpa del enojo, más aún cuando recordaba como la aplicación había dicho que le parecía interesante la posibilidad de emparejar a HueningKai y Yeonjun, o el mismo pelirrosa preguntadole sí estaba saliendo con Kai, porque esperaba tener una oportunidad con él.

No sabría que hacer sí esa estúpida aplicación estaba tratando de hacer que HueningKai se enamorara de Yeonjun, estaba perdido sí no tenía al menos una misión con la cual acaparar toda la atención del castaño.

Caminó hasta el lavamanos y abrió la llave de agua, dejando que esta cayera sobre sus manos, que aún hormigueaban al pensar en el castaño. El reconocer sus sentimientos hacia HueningKai solo había aumentado su ansiedad por el asunto de esa tonta app, porque se la pasaba pensando en como el menor podría ser obligado a hacer todo lo que una misión implicaba con una persona que no sea Choi. Simplemente no lo soportaría.

dirty vibration ↯ sookaiWhere stories live. Discover now