Park Jimin es la última persona de la cual Yoongi se enamoraría, pues es una persona muy opuesta a él en todos los sentidos.
Jimin cuenta con una lista de deseos que piensa llevar acabo en su vida. Una lista tan preciada, pues él es una Bomba de ti...
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-¿A la Iglesia?-La voz de Yoongi se agudizó tanto al escuchar como su madre le había pedido que lo acompañara.
-Si, no te estoy pidiendo, te estoy ordenando, es la misa anual de tu abuelo y debemos asistir.
-JAMAS-rio-No
-¿No?
-Por supuesto que no, te dije que jamas regresaría.
-O vas, o te quedas aquí pero sin auto.
-No me puedes hacer eso.
-Puedo, ya lo hice una vez, vas a ir.
Yoongi gruño.
-No sé a que vamos.
-Por tu abuelo.
-Mi abuelo tiene alrededor de 10 años de muerto. Esto es tonto.
-Es mi papá.
-Tú papa, no el mio, no iré.
•••
Por más que lucho fue en vano, su madre había ganado, ella era ruda, tanto se negó que del enojo comenzó a quitarle las llantas a su auto.
No le quedo más que asistir. ¿Qué eran 30 minutos o la hora? Esperaba que pasara rápido.
La misa avanzaba y todo su cuerpo se encontraba desparramado en la banca mientras solía cerrar sus ojos de vez en cuando escuchando pero sin prestar atención. Esas cosas le dormían tanto.
No entendia el afán de ir a esos lugares.
-¿Quieres sentarte correctamente y actuar como el hijo que crié no el que hace lo que quiere?
-No vas a aparentar algo que no es así.
Todo el lugar guardo más silencio del qué tenía y a unos metros frente a él observo al coro entrar y dejo de removerse como niño de 5 años al ver de quien estaba ahí.
Su rostro aun mostraba incomodidad pero también mostraba curiosidad.
Jimin cantaba ahí desde los 12 años. Su voz siempre fue irritante.
Pero claro que su persona había cambiado demasiado, esa toga ya no le quedaba gigante.
Se congelo un poco al sentir su mirada pero de inmediato la corrio a las partituras en sus manos.
La música que tanto recordaba y odiaba comenzo a taladrar sus oídos y rodó sus ojos cubriendo su boca un poco con su mano con desaprobación.
Todo el coro inicio y comenzó a mover su pierna con desesperación colocando su mirada en ese pelinegro que había comenzado a cantar y mirando a todos con detenimiento mientras les sonreia, en la misma que se centro pero tambien intentaba quitar la mirada de vez en cuando.
