Park Jimin es la última persona de la cual Yoongi se enamoraría, pues es una persona muy opuesta a él en todos los sentidos.
Jimin cuenta con una lista de deseos que piensa llevar acabo en su vida. Una lista tan preciada, pues él es una Bomba de ti...
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La rutina era igual cada mañana, las enfermeras llegaban saludando y tomando los signos de Jimin al igual por las tardes y las noches.
El tiempo pasaba lento ahí y a decir verdad era bastante agotador para él, a veces leía, jugaba videojuegos en su celular, estudiaba, miraba a Jimin por tantos minutos qué incluso creía que lo hacía por horas y la mayor parte del tiempo dormía sentado en ese mismo sillón.
No se alejaba de ahí más que para ir al baño y tomar una ducha; de ahí en adelante seguía cuidando de él y no le era un problema, le encantaba; Aunque fuera mejor si pudiera entablar alguna conversación.
Su parte favorita era cuando le ayudaba a Jimin a hacer un poco de terapia. Solía animarle y decirle cosas lindas mientras relajaba su cuerpo.
Le encantaba cuando le decía cosas en el oído y la piel de Jimin se erizaba. Cuando le decía cosas lindas y su corazón brincaba de felicidad.
En esos momentos se encontraba cayendo en un profundo sueño al mismo tiempo que también tenía la preocupación de quedarse despierto. No era su intención dormirse, pero era imposible.
-Deberias ir a descansar, han pasado dos semanas y no has dormido cómodo ni un poco-Yun sonrio con cariño.
-No señora, me toca cuidar de él, usted puede descansar, lo necesita-Sonrio un poco.
-Has cuidado de él 2 semanas enteras sin descanso. Estoy segura que no has dormido bien.
-Lo estoy haciendo señora, no se preocupe.-Ella le miró estirarse en su lugar y acercarse hasta Jimin para besar su frente.-Pero iré con un café, se me antojo.
-Por que mejor no esperas aquí y te traigo uno más cremoso de una cafetería cerca de aquí.
Yoongi sonrio y asintió.
-Me encanta la idea, gracias.
-Bien, regresaré enseguida.-Tomo su bolsa para salir, pero se detuvo un poco y se acercó al pálido besando su mejilla y después le abrazo calidamente.-Gracias por todo Lo que has hecho, gracias por amar a mi hijo incondicionalmente.-El pálido se quedo congelado por aquella acción qué no esperaba.
Sin embargo le abrazo también cuando salio de aquella sorpresa quedándose así varios segundos. Ella estaba llorando y se dio cuenta por la manera en la que su espalda subía y bajaba.
No sabía qué decir, tan solo le dio apoyo hasta que ella se alejo, le regalo una sonrisa nostálgica y salio de la habitación.
-Woah... Eso fue extraño. Crei que me iba dar un golpe.
Apesar de todo fue bastantes lindo, jamas la había recibido algo así por su parte.
Con cuidado se metió a la cama junto a Jimin y abrazo su cintura al mismo tiempo que olfateaba el olor de su cuello.
