Un Slytherin En Apuros.

CAPÍTULO 20

La luz de la luna se derramaba a través de la ventana del viejo aula abandonada en el ala oeste de los corredores de Hogwarts, el sitio aún seguía polvoriento y continuaba con las mesas hechadas y las sillas amontonadas a un lado, carteles colgadas de lado y semidesgarradas, el grueso polvo que cubría el piso de madera daba indicios que ya hace tiempo una escoba no se pasaba por allí, y justo frente a todo ése panorama, un rubio de Slytherin se recostada por el marco de la única ventana que no estaba cegada con gruesas tablas al igual que las demás,  Él levantó la vista a la noche estrellada,  La luz de la luna disolvió el color de sus ojos grisáceos, que parecieron convertirse en unos claros faroles grises metálicos que resplandecian como unas de las estrellas que admiraba, ése sitio era el mismo lugar donde se embriagó aquella noche , dónde esa borrachera lo arruinó todo y también donde la castaña de Gryffindor lo había encontrado , en ése momento bajó la cabeza y el cabello rubio platino se le derramó sobre los ojos y la frente,

— Porque tuvo que pasarme todo esto — susurro el chico, que meditaba en todo lo ocurrido.

En las supuestas patrullas de prefectos por las noche, Draco aprovechaba para escabullirse y ocultarse para planear detalles sobre sus ideas, y su misión, pero esa vez no estaba pensando en ningún plan ni idea, sólo meditaba en cómo se envolvió en todo eso, y como rayos su peor enemiga se había convertido en alguien clave e importante para él en todo este embrollo, aunque no lo quería aceptar, si ella no lo hubiera encubierto a estas alturas todos sabrian que él era un mortifago y también se hubieran enterado de su plan,

Tal vez a estas alturas estaría compartiendo la celda con su padre en Azkaban, aunque todavía no había hecho nada de lo planeado, porque siempre estaba ella allí cuando pretendía algo.

— Granger — susurró de nuevo entredientes y se sentó en el marco de la gran ventana del aula, con una pierna alzada sobre el alfeizar de la maltratada y vieja ventana de madera, apoyó la mano derecha  perezosamente sobre la rodilla y observó de nuevo la luna y sus ojos metálicos se volvieron coronados ,

Suspiro, lo peor de todo, era que ella lo supiera todo, hasta los últimos detalles, sus sentimientos y pensamientos que sólo eran para él y su mente, ahora ella lo sabía,

Chasqueo la lengua con desdén , y arrugó un tanto la nariz, pero luego pensó del análisis minucioso que la castaña le expuso el otro día en la biblioteca, era perfecto, era impecable, ya veía porque siempre era la mejor, él hecho la cabeza hacia atrás haciéndolo chocar por el marco de la ventana, y estremeciendo ése lacio platino, sus ojos se sosegaron, esa explicación lo hizo entrar en razón, tal vez lo habían hechizado, le dieron de tomar una posion, por eso lo había escupido todo, hasta los últimos detalles y no recordaba nada.

Draco se mordió el labio inferior y cerró los ojos con fuerza, la luna le formaba surcos en ése rostros perfectamente cincelado, que demostraba una expresión de angustia.

Su mente trabajaba de manera febril tratando de recordar algo, en su mente había una acalorada batalla de recuerdos entremezclados, porque no lograba recordar con nitidez nada de lo que había dicho ni hecho , porque solo le venía flashes instantaneos que no lograba rememorar con claridad. 

— Maldición!!! — maldijo por lo bajo apretando los dientes y golpeó con el puño cerrado a un lado del marco de la ventana.

respiraba a base de cortos jadeos rápidos, subió ambos pies en el alfeizar de la ventana, y se llevó las manos a la cabeza, hundió los dedos entre su rubio cabello  platinado, que en ése momento relucian como hebras de oro bajo la refulgente luna.
Luego de unos minutos él levantó la vista lentamente.
Miró a un punto vacío hacia la penumbra del aula, pero él sí lograba recordar algo.