CAPÍTULO 30

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El silencio se apoderaba del indeciso color azul añil con pinceladas de tonos carmesíes de la hora del crepúsculo, el ocaso se asomaba y el sol se solapaba detrás de las crestas de las montañas a lo lejos,

Hermione se encontraba en la torre de Astronomía observando y deleitandose con tan hermoso paisaje, el fuerte ulular del viento entre las copas de los árboles del bosque prohibido daba la señal que esa noche sería fría, previendo todo eso la castaña fue con una abrigadora chaqueta azul marino y unos jeans del mismo color, la bufanda de Gryffindor y una gorra color crema.

Un cambio de último momento la hizo cambiar la reunión que había pactado con Malfoy, la biblioteca estaría ocupada toda la tarde y noche por los de quinto que estaban atareados por sus timos, y entre ellos estaría una pelirroja muy perspicaz, Ginny se encontraría en la biblioteca toda la noche, y ella tenía los sentidos muy agudos para captar cualquier cambio a su alrededor, y claro que notaría si el rubio de Slytherin se reunía con la castaña.

Hermione se frotó las manos y hundió los dientes en el labio inferior con preocupación, le había enviado una lechuza de último momento a Malfoy, y no sabía si él lo leyó.

Una fuerte ráfaga de pronto golpeo la torre haciendo volar los rizos de la castaña que enmarcaba su rostro, Hermione soltó un chillido por el Congelante ventarrón, sin duda la nieve caería en cualquier momento y vestiria de blanco todo a su paso,

La castaña ahora se abrazo a si misma y se frotó los brazos para entrar en calor, los dientes le castañearon por unos segundos, se arrepientio de no haber traído un abrigo más, ella dirigió la mirada hacia el bosque prohibido, y muy cerca del bosque se encontraba la cabaña de su gigantesco amigo, la cabaña de Hagrid tenía las luces apagadas, aunque el sol apenas barría con su luz la superficie de los terrenos de Hogwarts le parecía raro que Hagrid no encendiera temprano las luces de la cabaña, la pequeña choza se hallaba en penumbras y tampoco veía salir humo de la chimenea, Hermione frunció el ceño extrañada y se perdió por unos momentos en ése cuadro,

Otra ventisca azotó la torre, Hermione se sobresaltó por el viento tan Congelante, que se abrazó con más fuerza, y los dientes le volvieron a castañear, se arrepintió de no haber pactado el encuentro en otra parte, ella se mordió los labios, y sin duda no aguantaría mucho el frío,

En ése momento pensó en regresar a la torre de Gryffindor e ir por unos abrigos y más bufandas,ella asintió para sí misma y se giró rápidamente sobre sus talones y dio un veloz paso, en ése instante se dio de bruces contra un pecho firme que se encontraba justo atrás de ella, Hermione apenas separó la nariz de ése pecho firme para levantar lentamente la vista con los ojos muy abiertos.

— Te ibas Granger?? — dijo Draco con voz aterciopelada y ladeando la cabeza.

A Hermione se le paralizó el corazón, cuando había llegado?? Ella no percibió sus pisadas acercándose, ni siquiera un movimiento , él prácticamente estaban tan cerca que la respiración del chico le cosquilleaba en su frente , y ése perfume característico del rubio que estremecía todos sus sentidos la invadía, ella se había tirado prácticamente sin querer a sus brazos, ella podía sentir el latido de su corazón a través de su camisa , la castaña observó con los ojos abiertos esos faroles grises de cerca y ése rostro perfectamente cincelados, en ése momento él curvo una media sonrisa arrebatadora,  ella repentinamente se hecho para atrás por la impresión de tenerlo tan cerca, y se olvidó por completo que tenía el gran ventanal de la torre detrás, Hermione piso y tropezó con algo en ése instante la mitad del cuerpo se balanceo por fuera de la ventana , Draco rápidamente alargó una mano para sujetarla,   su mano se alzó ágil y veloz, y la rodeó con los brazos por la cintura y sin dudarlo la pegó a él, la castaña sintió la mano dura y firme del muchacho , ella también se aferró con fuerza a sus brazos, y pudo tantear con el tacto sus músculos sujetandola con firmeza, Hermione había hundido su rostro en el pecho del muchacho y cerró fuertemente los ojos del susto, ella aún sentía un invasivo vértigo y escalofríos por el tremendo susto de caer de la torre.

Un Slytherin En Apuros. Where stories live. Discover now