Un Slytherin En Apuros.

CAPÍTULO 31

Era domingo por la mañana, casi todos los estudiantes se hallaban en sus respectivas salas comunes, los de Gryffindor en una torre, los de Ravenclaw en otra, los de Slytherin en las
mazmorras, y los de Hufflepuff en el sótano, cerca de las cocinas.

El día era frío y muy desalentador, pues la nieve había caído cubriendo todo con su inmaculada blancura, Había unas nubes bajas de color gris oscuro
suspendidas sobre el castillo, y unos constantes y gélidas ventarrones azotaban el colegio.

Harry, Ron y Hermione estaban sentados delante del fuego en la sala común, las llamas de la chimenea se alzaban enérgicamente oscilando y crepitantando, 

— Perfecto — dijo Ron desganado que fue hacía una esquina y se había asomado por una ventana de la torre,
— Así no podemos ir a Hogsmeade — se quejó el pelirrojo pegando su larga nariz pecosa al cristal.

— Bueno.. — dijo Harry sentado en el sofá junto a Crookshanks y volviendo la cabeza hacia su amigo,
— Ahora no está nevando tanto como anoche, podemos ir un rato por lo menos — hablo el pelinegro encogiendose de hombros.

Ron caminó con vehemencia hacia la chimenea.
— Si es cierto!!!, no podemos quedarnos en el castillo, si me quedo una semana más sin salir de estos muros, juro que enloquecere!!! — exclamó Ron quitándose la bufanda dorada y escarlata del cuello.

— Si, vamos!!! — lo apoyó Harry con ánimos y se levantó del sofá.

Ambos chicos ya estaban decididos, pero de pronto advirtieron a su amiga que estaba sentada en el piso sobre la alfombra escarlata, mirando las llamas de la hoguera con los ojos perdidos en el oscilar de las llamas.

— Hermione?? — habló Harry, pero ella al parecer no había escuchado,

— Oye Hermione!!! — le gritó Ron con fuerza y ése grito sacó de sus pensamientos a la castaña que dio un pequeño salto en su lugar.

— Qué te pasa Ron!!! — le contestó la castaña con ceño Fruncido.

— Te estábamos hablando y tú estabas en las nubes!!! — replicó el pelirrojo alzando las manos.

Hermione apretó los labios y junto las cejas.
— Yo?? — dijo ella cerrando un libro que tenía en frente.

— En que tanto piensas Hermione?? — de pronto preguntó Harry cruzando los brazos,
— Estas tan distraída que ni siquiera nos escuchas.

— Cierto, — dijo el pelirrojo, — Ya dinos que escondes Herms!!

Hermione se levantó del piso de un brinco y se sacudió los jeans negros.
Ella abrió la boca para responder pero una voz suave y ligera la interrumpió con picardia.
— De seguro piensa en la cita que le conseguí.

Los tres giraron al mismo tiempo y vieron parada triunfalmente a Ginny frente a las escaleras.

— Cita!!!??? — dijeron al unísono Harry y Ron con ojos abiertos y miraron a la castaña en medio de ellos.

— Cómo que cita?? — preguntó Hermione confundida y ladeando la cabeza.

La pelirroja sonrió y fue rápidamente hacia la castaña
— Si, una cita — dijo Ginny y se llevó las manos a la cadera.

— Hermione porque no nos dijiste que tenías una cita!!! — le reclamó Ron ceñudo.

Hermione abrió la boca y luego la volvió a cerrar y tiró el libro que traía al sofá y Crookshanks salió despavorido del asiento.

— Es que yo tampoco sabia que tenía una cita Ginny — contestó Hermione con los dientes apretados y lanzandole una mirada significativa a la pelirroja.