CAPÍTULO 35

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Las clases habían terminado, y una inusual tarde transcurría para una castaña que se encontraba al final del corredor del séptimo piso, ella usualmente a esas horas de la tarde se encontraba en la biblioteca o en la sala común de los leones, pero la última vez  que ella y el Slytherin se habían encontrado, Draco le había dicho que su próximo encuentro sería por la tarde en el corredor del séptimo piso, y frente al tapiz de Bárnabas el Chiflado,

Hermione apretó los labios en una fina línea y se torció las manos con algo de nervios, ella vestía un suéter color crema, unos jeans negro azabache, se había puesto también un saco color aceituna que le llegaba hasta las caderas que tomó de prisa antes de salir de su habitación , con sus improvisados abrigos tomados al azar aún así sentía algo de frío, se frotó las manos para darse algo de calidez y seguía permaneciendo  al comienzo del pasillo, todavía no se había dirigido frente al tapiz de dicho encuentro, la castaña respiró hondo y asomó la cabeza hacia el desierto corredor y sus perfectos rizos  se balancearon con un movimiento taciturno, miró al tapiz dónde se llevaría acabo el encuentro, era el tapiz de Barnabás el Chiflado, él fue un hombre que intentó enseñar a unos trolls a bailar ballet, lo cuál obviamente fue todo un fracaso.

La castaña no se decidía, si debería esperarlo dónde le había dicho él , o esperaría allí, dónde ya estaba hace quince minutos, ella posó la cabeza por la pared del corredor indecisa, de pronto Hermione rememoró , qué se solía hallar frente al tal tapiz, hace un año que ya no se dirigía ahí, volvió a hechar otro viztazo,

— La sala de los menesteres —musito la muchacha, en ése momento había recordando las reuniones del E.D, y también recordó a la insoportable de Dolores Umbridge, y no pudo evitar también recordarlo a él, Malfoy, unos de los que propicio el descubrimiento del ED, sintió una punzada en el estómago de rabia por inercia, frunció el ceño y hundió los dientes en el labio inferior.

— Ya fue hace un año Hermione — se musito de nuevo ella y posó las dos manos por la pared bajó la cabeza y respiró profundamente.

— Qué fue hace un año Granger?? — Escuchó una voz suave detrás de ella, y Hermione volteó tan rápido que tropezó con sus propios pies y se desbalanceo, Draco la sostuvo del brazo para que no cayera.

Él torció una sonrisa.
— siempre te pondrás así cuando esté cerca de ti?? — dijo Draco en un hilo de voz y aún sosteniendola del brazo.

Hermione se safó el brazo y lo miró atentamente.
— Y tú siempre te apareceras como un fantasma, de la nada ??  — dijo ella haciendo un ademan con la mano y luego se acomodó los rizos detrás de la oreja y lanzó un resoplido.

Draco la miró atentamente, ella también lo miró por un segundo, aunque no pudo sostenerle la mirada y la desvío a un lado.

— Me.. Me.. Habías dicho que… Querías que te viera.. Aquí, y.. — ella no pudo terminar la frase porque él la interrumpió.

— No te dije aquí — dijo Draco Arqueando una ceja, ella levantó la mirada y cruzó los brazos.
— Te dije allá — continuó Draco y apuntó hacia el tapiz del pasillo,

— Pero hay gente pasando de tanto en tanto por allí , y como me iva..

— Gente?? — dijo Draco y entornó los ojos y dirigió la mirada hacia el corredor que se encontraba desértico.
— Si no hay nadie — continuó el rubio y ambos observaron el pasillo, y en ése momento vieron cómo el fantasma de Slytherin, el varón sanguinario atravesaba la pared, flotando tan lujubremente, arrastrando y haciendo resonar sus cadenas con sufrimiento, tal y como lo hacía siempre, era una de sus rutinas favoritas.

— Eso no cuenta — dijo Draco, torciendo una mueca y miró a Hermione.
— Él ya está muerto y siempre recorre a estas horas este piso — habló de nuevo el rubio.

Un Slytherin En Apuros. Where stories live. Discover now