Capítulo 29

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Leo ya era un gato grande, dormía en el regazo de Jennie mientras ella miraba la televisión con la mente en blanco.

La televisión podía estar encendida, pero su mente no estaba allí todo el tiempo.

Sus ojos gatunos estaban apagados y vacíos. También tenía unas enormes ojeras y bolsas en los ojos.

Supuso que viendo algunos canales podría tener la mente en paz.

¿Cómo podría suceder eso si no había ningún tipo de paz en su mente?

En su mente sólo estaba Lisa, Lisa, Lisa y Lisa durante veinticuatro horas.
Jennie se preguntaba qué estaría haciendo Lisa en estos momentos.

¿Cómo esta ella ahora mismo?

¿Tiene novia? ¿Y si ya está casada y tiene hijos adorables?

El último pensamiento hizo que Jennie se deshiciera en lágrimas, el llanto era principalmente su actividad para el resto de seis años sin la presencia de Lisa

Jennie admitió que Lisa se merece a alguien mejor que ella.

Alguien que la hiciera feliz, Jennie quería que Lisa fuera siempre feliz.

Aunque eso hiciera sufrir a Jennie.

Después de que Lisa dejara a Jennie, que es por su gran error, No hubo un solo día que fuera capaz de hacerla feliz ni de reír.

Decir que nunca sonreía era cierto, nada podía hacerla sonreír.

Los padres y amigos de Jennie estaban muy preocupados por ella, los tres primeros años sin Lisa, el estado de Jennie empeoró.

Entraba y salía del hospital con frecuencia.

Jennie estaba tan deprimida y destrozada que no comía ni dormía.

Se debilitó física y mentalmente, lo que hizo que se desmayara con facilidad.

Su cuerpo, antes regordete, ahora era muy delgado y pequeño.

Su mejilla de mandu ya no se podía ver.

Su mandíbula ahora es afilada y evidente.

La única manera de hacerla dormir por la noche era tomando la píldora o durmiendo con la gran capucha de Lisa.

Lisa no trajo todas sus pertenencias, las dejó todas en el condominio, tal como dejó a Jennie.

Lisa ya no los necesitaba.

El olor de Lisa que se pegaba a la capucha reconfortaba a Jennie por la noche, se imaginaba que su amante estaba allí abrazándola.

Llámala loca porque Jennie estará totalmente de acuerdo contigo, estaba loca sin Lisa.

La chica de pelo oscuro estaba desempleada, porque sus padres le prohibían trabajar, especialmente con ese cuerpo y mente tan débiles que tenía.

___

"Señor por favor, se lo ruego. Quiero que mi hija vuelva a ser feliz. Sólo usted puede ayudarme". Suplicó el hombre mayor con voz suplicante mientras se inclinaba ante el amplio escritorio.

"Por favor, ...."

Un hombre muy envejecido detrás del escritorio sólo soltó un suspiro derrotado.

'Este tipo es tan persistente..'

"Este acto suyo es oportunista Sr. Kim, ¿es usted consciente de ello?" Era más una afirmación que una pregunta.

"....¿Ha pensado alguna vez en los sentimientos de mi nieta?

".....usted quiere que su hija sea feliz, entonces ¿qué pasa con mi nieta? ¿Quién va a hacerla feliz?

De cabeza a sus pies - Jenlisa Onde histórias criam vida. Descubra agora