3.

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BONNIE

Deacon hoy tenía que hacer no sé qué, así que estoy medio consumida en el aburrimiento y puede que dentro de poco tiempo sea parte del mobiliario, al igual que mi hermano. Cojo el móvil y me meto a redes sociales por enésima vez, hasta que me llega un mensaje de Laila diciéndome que si quiero quedar para irnos a tomar algo. Le digo que sí, que por supuesto, y quedamos en media hora en la cafetería donde vamos normalmente.

Media hora después ya estamos en una mesa de fuera sentadas, rodeadas por vegetación y decoraciones con jarrones que delinean la calle de la cafetería. Laila y yo nos conocemos desde pequeñas, porque siempre hemos ido a la misma clase, y a pesar de no ser las mejores amigas -porque en mi corazón solo cabe un mejor amigo- somos muy buenas amigas y nos entendemos bien. Ella tiene su grupo por un lado, y yo tengo a Deacon.

-¿Cómo llevas lo de Deacon? -me pregunta cuando nos sirven los cafés.

Se lo conté porque necesitaba hablarlo con alguien, y ella era la persona más cercana y supongo que comprensiva. Me llevo la taza a los labios y pego un trago del café antes de contestarle.

-Como una mierda -admito con un suspiro-. Él hace cosas que son totalmente normales entre mejores amigos, pero que yo veo como algo más y es difícil no ponerme roja como un tomate o querer besarle, ¿sabes? -me explico.

Pone expresión triste y me coge la mano con suavidad. Agacho la cabeza y suspiro. Recuerdo lo que Deacon me dijo el otro día, lo de que a mí nunca me pondría una mano encima con intención de darme placer carnal, y siento que me ahogo. El amor no correspondido es el peor de todos, porque vives esperando que esa persona te haga caso, aún sabiendo que puede que nunca lo haga. ¿Y lo peor de todo? Que es mi mejor amiga, y que él me abraza como siempre, cuando para mí no es como siempre.

-Digamos que dijo que no me tocaría de esa forma nunca -digo en apenas un susurro-. Imagínate lo que sentí en ese momento.

-¿Y crees que él está con alguien? -pregunta.

Levanto la cabeza y la miro. Tiene una mirada ansiosa.

-No, si no me lo habría contado. O eso quiero creer.

Asiente con la cabeza y le da un sorbo a su café. Pasamos las siguientes horas hablando de millones de cosas, desde qué haremos este verano o si iremos a algún viaje hasta cosas banales como qué hemos comido hoy. En septiembre empezamos el último curso. Deacon y yo tenemos diecisiete años porque los cumplimos pronto, pero realmente aún nos queda un maldito año de instituto. Digamos que no me gusta mucho socializar, así que esos días para mí son una maldita mierda. Deacon juega en el equipo de baloncesto y es querido por todos. Él supo integrarse más en mi instituto en unos meses que yo en toda mi vida con esa misma gente. Me alegro muchísimo por él, por supuesto, solo faltaba que no.

En la cafetería se sentaba conmigo, y cuando estaba con Laila se sentaban con los de su equipo. Ellos me conocen, me aprecian pero no mucho más allá, y solo lo hacen porque soy la mejor amiga de él. Nunca me molestó no tener demasiados amigos, de hecho me gusta. Tengo a Deacon y a Laila y con eso me basta. Aunque suene un poco raro decir que él se va con su equipo y me deja con Laila, realmente no es nada de eso. Siempre me vigila a la distancia, vigila que esté bien y antes de irse se cerciora de que estaré a gusto.

He de decir que es el mejor en su equipo, y no lo digo porque sea mi mejor amigo o por menospreciar a los demás. De verdad es buenísimo, siempre marca puntos y ayuda a los demás de su equipo a ganar. Siempre voy a sus partidos, por supuesto, y soy la primera de las gradas para darle mi fuerza. Cuando va a descansar o a beber agua se acerca a mí y me sonríe con esa sonrisa que haría que me pusiera de rodillas frente a él e hiciera todo lo que él me dijera. No os voy a mentir, claro que he pensado muchísimas veces en cosas de ese estilo con él. En cómo me besaría, en cómo sería que estuviera dentro de mí, en cómo me acariciaría y me diría que quiere hacerme de todo. Solo con pensarlo se me ponen los pelos de punta.

UNFAIR. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora