26.

3.2K 118 4
                                    

BONNIE

Claro que me siento como una mierda. Le he hecho daño a Paul, y es lo último que habría querido... bueno, no sé qué hago diciendo eso si me acosté con Deacon siendo consciente de que tenía novio y que encima le iba a ser infiel de la peor manera posible. Tristemente a veces no podemos controlar nuestros sentimientos y nuestros actos, y hacemos cosas sin pensar en cómo se puede sentir la otra persona. Yo lo hice. Me acosté con Deacon aún estando con él, y la vida me la ha devuelto, porque Paul no quiere ni vernos. Me importaron poco sus sentimientos mientras estaba debajo de Deacon, y es justo que ahora a él se la sude si le voy llorando pidiéndole que me perdone. Deacon se ha vuelto algo más duro, y me jode muchísimo, porque siento que es mi culpa que se le haya ido esa ternura que le caracteriza tanto. No voy a decir que no le queda sexy ese aire de malote, pero ni de coña quiero que ahora se convierta como uno de esos que están de pelea en pelea y siempre con cara de enfado.

Nuestra relación o lo que tengamos ahora... bueno, no sé cómo va. Estamos todo el rato besándonos y no deja de buscar momentos para que estemos solos, y yo desde luego no me quejo de ello, pero es extraño. Sobre todo porque él no sabe lo que siente, o no quiere saberlo, y yo sigo enamorada de él hasta las trancas. Cada vez que me besa o me abraza me da cien mil años de vida, y no soporto no estar cerca de él. ¿Eso es estar enamorado? Es una mierda y algo genial a la vez, ¿sabéis? Porque si en algún momento pasa algo y tenemos que separarnos, me dolerán hasta los dientes. Pero lo bueno de estar enamorada es muchísimo mejor que lo malo. Estoy como en las nubes, sobre todo porque ahora me besa, y antes ni siquiera tenía eso.

Aún así conmigo sigue siendo tan dulce como siempre, o más.

Desde que descubrí lo que es tener relaciones sexuales, confieso que no he podido dejar de hacerlo con Deacon. Encima de todo, con él es diferente cada vez. De verdad pienso si esto es un sueño o si es real, porque aunque tenía alguna esperanza antes de todo esto, nunca habría imaginado que pasaría. Pensaba que Deacon preferiría olvidar el hecho de que estoy enamorada de él, o que me ignoraría y nuestra amistad acabaría.

Pero no ha pasado nada de eso. Ha pasado todo lo contrario. Deacon me busca muchísimo más que antes, y es como si nos hubiésemos convertido en dos personas imposible de separarse. Igual que antes, pero ahora muchísimo más. Porque hemos descubierto lo que es acostarse juntos, y lo que nos gusta besarnos. Sus labios son como una droga, porque joder... a veces me cuesta separarme de ellos.

No somos nada, no estamos juntos y no nos decimos lo que sentimos, pero ahí estamos, adictos el uno al otro.

Y estoy aquí, sentada en la arena, pensando en todo esto con una sensación de libertad preciosa. Libertad porque por fin estoy bien y feliz por completo. He decidido escaparme un rato porque estoy agobiada de estudiar tanto. Esta semana la tengo llena de exámenes, y no puedo meterme más cosas en la cabeza, o si no explotará.

Me apoyo en mis codos detrás de mi espalda y respiro hondo. Ya es otoño, y no es tiempo de bañarse, pero eso a mí nunca me ha solido importar demasiado. Me he bañado en todas las estaciones del año.

Deacon está entrenando baloncesto, pero me ha dicho que en cuanto salga se viene conmigo y vamos a estudiar juntos. Aunque me parece que no vamos a estudiar demasiado. Me quedo esperando un rato más, hasta que alguien se sienta a mi lado. No hace falta ni siquiera que le mire, porque sé quién es, pero aún así lo hago porque quiero verlo bien. Viene un poco agitado y con el pelo mojado, y sonrío ante la imagen que me ofrece. Me sonríe y me recorre el cuerpo con la mirada.

-Hola, pequeña -dice, para después inclinarse hacia mí y darme un beso en la comisura de los labios.

-Hola. ¿Qué tal el entrenamiento?

UNFAIR. (Terminada)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant