19.

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BONNIE

Cuando he visto a Deacon corriendo se me ha partido el alma. He visto algo en su mirada, algo de... ¿dolor? No tiene ningún sentido. Quizá simplemente es que le molesta porque es Paul. Aún así ha venido, ¿no? Eso debería significar algo. Paul me mira extrañado y yo suspiro. Me separo de él y le sonrío para dejarle tranquilo.

Sinceramente me lo he pasado muy bien con Paul. Hemos ido a un restaurante al centro de la ciudad y luego nos hemos dado un paseo largo por las calles. Tras eso hemos ido a un bar, y de allí venimos. He podido conocer mejor a Paul, y cada vez tengo más claro que es una persona preciosa. No se parece en nada a lo que me dijo Deacon que era, y tengo el presentimiento de que no me quiere solo para un polvo.

Me ha enseñado su lado más sensible y me ha contado un montón de cosas de su infancia. Cómo sus padres se separaron, cómo tuvo su primer desamor, cómo tuvo que irse cada verano a San Francisco hasta hace algunos años...

Ha sido una noche maravillosa. Pero no he podido dejar de pensar en Deacon. Y me encantaría tener una relación con Paul si no fuera porque yo estoy enamorada de otra persona.

Nos despedimos y me entro a casa. Todas las luces están apagadas excepto la de la cocina. Asomo la cabeza por la puerta y veo a mi hermano apoyado en la encimera y bebiéndose un vaso de leche. En cuando me ve me sonríe con calidez.

-Hola, ¿qué haces aquí? -pregunto poniéndome en frente de él.

-No podía dormir. ¿Qué tal la cita? -me sonríe.

-Bien. Paul es genial, pero...

-Pero era otra persona la que ocupaba tus pensamientos -termina por mí.

Asiento y suspiro. Me apoyo en la isla de la cocina y miro hacia abajo. Rubén se acerca hacia mí y me agarra de la mano para consolarme. Levanto la cabeza y le miro.

-Si no ves solución a lo tuyo con Deacon deberías intentar olvidarlo -me dice con el tono más suave que puede.

-Lo sé, pero eso es simplemente imposible.

-No lo es, yo olvidé a Ivonne. Estoy en ello.

Juego con su mano y le miro con tristeza.

-Hace tres días que no hablamos. ¿Ves eso normal? Deacon y yo sin hablar tanto tiempo.

-Todo se solucionará Bonnie. Solo dale tiempo al tiempo, ¿vale? Todo estará bien, preciosa.

Asiento poco a poco y él me sonríe. Sin decir nada más me da un beso en la cabeza y se va, dejándome a solas con mis pensamientos. Quiero hablar con Deacon, volver aunque sea a lo de antes, pero sé que es imposible y en el fondo estoy enfadada por haberme dejado en la playa tras haberme confesado. Menudo gilipollas fue en ese momento.

Me subo a mi habitación y me desvisto sin prisa. Cojo el libro que me estoy leyendo ahora y comienzo a leer para intentar relajarme de las últimas emociones de la noche. Me concentro en mi lectura, en la historia, en cómo los protagonistas caen rendidos el uno por el otro. ¿Tan imposible era que Deacon se enamorara de mí? Supongo que nuestro destino es ser amigos y nada más.

Me estoy leyendo hasta que decido irme a dormir porque estoy cansada. Mañana he quedado con Mark y su grupo para irnos a la playa, y por qué no, he decidido invitar a Paul. Será interesante.

***

A las siete de la tarde Paul me recoge en su Volvo. Cuando me monto me sonríe dulcemente y me da un beso en la mejilla a modo de saludo.

-¿Dónde tengo que ir? -pregunta conduciendo calle abajo.

-Aparca en la playa y yo te guío.

Asiente con una sonrisa. Lleva unos pantalones vaqueros rotos de color azul claro y una camiseta blanca. Lleva el pelo en un tupé y se ha cambiado el pendiente de la oreja izquierda. Ahora lleva un arito de plata. Le queda genial.

UNFAIR. (Terminada)Onde histórias criam vida. Descubra agora