17.

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BONNIE

Junto mis manos nerviosa mientras espero a que venga Mark a por mí. Miro hacia la calle, por donde debería venir, y veo su coche subiendo hasta pararse frente a mí. Me subo al coche y le sonrío.

-Hola guapa, ¿estás lista? -me pregunta con una sonrisa dulce.

Asiento, y comienza a conducir calle abajo. Cuando le confesé eso a Deacon y me dejó tirada en la playa, me quedé llorando y de repente apareció Mark y me abrazó sin decir nada. Él y yo siempre nos hemos querido mucho, aunque nos separamos cuando comenzó a meterse en un mundo oscuro. Me cogió y me llevó a una especie de apartamento, que según él estaba en reconstrucción para irse allí a vivir. Estuvimos hablando durante horas, le conté todo lo que había pasado con exactitud, y me consoló. Después de eso no hemos parado de salir juntos. Me lleva con sus amigos para que intente olvidarme de que su hermano me dejó sola cuando más lo necesitaba, y me lo paso genial. Sus amigos son tres chicos y dos chicas, y todos me tratan como a una más. Es verdad que a veces les veo hacer cosas que... no me gustan, digamos, pero no soy nadie para decirles nada.

Mark no hace nada extraño si estoy yo delante, y se lo agradezco, en el fondo porque así no hace nada ya que no se separa de mí ni un segundo. Solemos ir a un bar y después a la playa, y si no al apartamento de Mark.

-Hoy viene Michael. Es un amigo que viene de vez en cuando a la ciudad, pero le queremos mucho. Seguro que te llevas genial con él -dice amable.

Sí que me asusta un poco adentrarme en estos mundos, pero confío en que Mark no me llevaría a ningún lado que me pusiera en riesgo. Yo simplemente ni bebo ni fumo ni me drogo. La mayoría del tiempo ellos no lo hacen, así que me sirve.

Sé que esto lo estoy haciendo en realidad porque necesito olvidar a Deacon y todo lo que pasó el otro día. Posiblemente nunca lo hubiera hecho si eso no hubiera pasado. Solo es una forma de escape, una distracción. Simplemente lo hago para no pensar que estoy separada de Deacon y de la peor forma que pude imaginar, de la forma que me temía.

Miro por la ventanilla hacia la playa, hacia nuestro lugar especial. Lo conozco lo suficiente como para saber de qué forma me mira, y esta mañana me ha mirado con sorpresa porque le he devuelto la mirada por primera vez en dos días. Si él quiere jugar a este juego de ignorarnos, genial, juguemos.

-¿Estás bien? No has dicho ni una palabra todavía -me pregunta Mark suavemente.

Le miro y suspiro.

-Estoy... bien. Solo un poco melancólica quizá.

Me dedica una sonrisa triste y me pone la mano en la rodilla para darme ánimos. Poco después llegamos al bar donde siempre nos reunimos, que está cerca del final de la playa. Cuando entramos nos acercamos a la mesa de siempre, donde ya están todos y un chico más que no conozco, el que supongo que será Michael. Nos saludan animadamente y me siento al lado de Mark y de Valeria, una de las chicas (la que mejor me cae).

-Michael, ella es Bonnie, la mejor amiga de mi hermano y... -Mark me mira como arrepentido por decir eso, pero le sonrío para tranquilizarlo-. Una especie de hermana para mí. Bonnie, ya te he dicho que él viene de vez en cuando y es un buen amigo.

Le sonrío y se levanta un poco para darme dos besos. Le respondo levantándome igual que él y me sonríe. Vaya, es guapísimo. Tiene el pelo a lo surfero, largo y muy rizado rubio. Le llega un poco por arriba de los hombros. Tiene una barba larga (pero no mucho) y los ojos marrones muy oscuros. Sus ojos son tan intensos en cuanto a emociones que me dejan sorprendida. Esboza una media sonrisa pícara y amable a la vez y me saluda.

-¡Una ronda de chupitos! -exclama Valeria sonriente.

-Para mí no, gracias -digo algo tímida.

UNFAIR. (Terminada)Where stories live. Discover now