LA GUARDIA (Completa)# 1º Premio Romance Gemas Perdidas 2019

Capítulo 16

Cuando entraron en el piso, la policía pudo liberar a los dos niños que se hallaban en compañía de los dos hombres. Ibrahím fue detenido por el secuestro de sus hijos, mientras que la otra persona fue puesta en libertad, al no hallarse pruebas que demostrasen su implicación en el secuestro de los menores. María sabía que mentía, pero el abogado consiguió que saliera libre de culpa y no pudieron hacer nada más.

     Los niños volvieron con su madre y Laura inicio el proceso para solicitar la guardia y custodia de los menores. Poco a poco, la normalidad volvió a la vida de Laura y de sus hijos. Los niños recuperaron la rutina en el colegio y Laura necesitó la ayuda de un psicólogo para seguir adelante. Durante esos días, María estuvo pendiente de la testigo, a pesar de que ella tampoco pasaba por un buen momento. Vivía en un estado permanente de inquietud y tristeza; el reloj iba contando hacia atrás los días y las horas que faltaban para que John se marchara a su país y una extraña melancolía se alojaba en el interior de su alma mientras trataba de disimular delante de él.

      Sin decirle nada a nadie, empezó a escribir en un pequeño diario lo que hacía cada día con él y sus pensamientos más íntimos. No quería olvidar ningún detalle, recuerdo, frase o sensación vivida. Necesitaría aquellas letras para llenar sus momentos de vacío. Las personas que había querido a lo largo de su vida siempre habían terminado por marcharse para no volver jamás y aunque dolía, había aprendido a convivir con ello. No le quedaba otra opción.

Chinchón, mañana del diez de marzo de 2004.

Jamal salió esa mañana para comprar lo que iban a necesitar para la celebración. Como un día de fiesta, encenderían la chimenea y comerían alegres esperando que las horas pasaran deprisa.

      Los últimos meses habían sido ajetreados, planificando y examinando la forma más efectiva de realizar el atentado. Habían repasado todo una y otra vez, para que nada pudiera salir mal. Al día siguiente, saldrían temprano para estar en la estación de Alcalá de Henares de madrugada. Las bombas que utilizarían en los atentados serían trasladadas dentro de las mochilas para ser detonadas. Trece mochilas con Goma 2 ECO, producirían la mayor matanza que en España hubiesen visto. Así que, después de repasar concienzudamente todo para que nada fallara, solo quedaba celebrarlo.

Valdemoro (Madrid),10 de marzo de 2004.

Necesitaban pasar todo el tiempo posible juntos y había sido una suerte que, John y María tuviesen el apartamento para ellos solos. Carlos tenía noche y se había ido a trabajar.

     Acostado y con el cuerpo tenso, las sábanas de la cama olían al olor almizclado de después de haber hecho el amor con la mujer que permanecía dormida a su lado. La luz de la lamparilla, concedía una iluminación tenue y relajante; tranquilidad que John estaba lejos de sentir. María tenía un servicio especial y sabía que en cuanto la dejara ir, cabía la posibilidad de que no regresara. Sentía pánico de pensar que pudiese correr peligro alguno y que le sucediese algo. Desde el episodio de Chueca, no había dejado de pensar en la peligrosidad de las misiones de María y otra vez, volvía a sentirse impotente; con la sensación amarga de revivir el pasado y de que podía volver a perder la persona amada. Nunca se había imaginado que ella correría tanto peligro.

     Enamorado de ella, se debatía entre el instinto protector que le inspiraba y la convencimiento de que María debía cumplir con su trabajo. No había conocido mujer más independiente y determinada a ejercer esa profesión solo destinada a hombres.

      Sin conseguir dormir y con los ojos cerrados, María presentía la tensión de John en cada movimiento que hacía en el mullido colchón. Intuía el desasosiego que lo invadía. Era la última noche que pasarían juntos hasta que pudieran verse de nuevo y sabía, que les quedaba muy poco tiempo. Ella tenía que trabajar y él se marcharía pronto.