Capítulo 21

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Perder a John, había sido lo más duro que había tenido que pasar María. Sobre todo, cuando dio a luz de su hija y tuvo que hacerse a la idea de que ambas tendrían que vivir sin él. Después de dos años, todavía tenía días malos, sobre todo cuando se acordaba de que John vivía en otra parte del mundo, sin poder acordarse de ellas.

     Una vez recuperada del atentado, pasó por el tribunal médico y le dieron la baja definitiva de la guardia civil; ya no era apta para el servicio: una leve cojera le impedía realizar su actividad profesional. Sin embargo, con el sueldo que le quedó tenía suficiente para poder vivir y criar a su hija.

     Los primeros meses fueron muy duros, a pesar de contar con el apoyo de sus amigos. Y cuando ya no pudo aguantar más, cansada de Toledo, decidió trasladarse con su hija a otro lugar y poder recuperar un poco su vida. Por eso ahora, vivían en un pequeñito pueblo de la Sierra de Segura, llamado <<Cortijos Nuevos>>. Hubiese preferido vivir en alguna aldea más próxima al embalse del Tranco pero pensando en que conforme creciera Paula, necesitaría asistir a un colegio, tomó la decisión de asentarse en ese lugar. Allí había encontrado algo de paz para poder seguir adelante.

     Vivían en una casa alquilada que aunque era antigua, tenía un pequeño patio trasero. El rincón preferido de su hija, era un montón de tierra que había en una esquina, que después de intentar sembrar flores en él, lo había dejado por imposible. Paula siempre terminaba sentada en medio de ellas, jugando con la tierra como si fuese un arenero. Solo una mesa de madera junto con unas sillas a juego, era todo el mobiliario que había en el jardín. Paula y ella, pasaban horas enteras en aquel lugar. Y cuando la veía jugar, era difícil no acordarse de John. Paula se parecía tanto a su padre, que era un recordatorio continuo de él. Casi siempre, terminaba llorando pensando en lo que estaría haciendo en ese momento, preguntándose si habría vuelto a reiniciar una nueva vida.

     Después de que el médico que atendía a John le explicase la situación que atravesaba su esposo y lo perjudicial que sería para su recuperación, intentar acelerar su memoria, María había tomado la decisión más difícil de su vida: alejarse de él. Paula y ella solo hubiesen sido un estorbo en la vida de ese hombre. Hubiesen representado una carga terrible sobre sus hombros y prefirió sacrificar su paz mental y su corazón, y dejarlo marchar, sin buscarlo siquiera. Eso hubiese sido más doloroso para ella. Verlo de lejos, y no poder decirle que era su esposa. Pero lo echaba terriblemente de menos, hubiera deseado compartir cada día de la vida de su hija con John, pero ese era su destino: perder a las personas que más amaba. Así que Paula y ella habían reemprendido una nueva vida alejadas de todo.

     Tenía la suerte de contar con un vecino que casi todos los días le llevaba algo de su huerto o huevos de sus gallinas. Y ella se lo agradecía, charlando horas y horas con el anciano. Siempre se había sentido a gusto entre las personas mayores mientras le contaban sus batallas y era habitual ver a Francisco pasar horas en su casa. Y cuando conoció a Marta, su suerte cambió un poco más. La joven, recién licenciada, se estaba preparando las oposiciones y andando necesitada de dinero, la ayudaba con el cuidado de Paula. Así que terminó encontrando la oportunidad perfecta para buscar algún trabajo con el que distraerse. Con su perfil, la contrataron en un centro de turismo situado muy cerca del pueblo. No pagaban mucho pero agradecía estar activa. Podía seguir conectada en cierto modo con su vida anterior: era monitora de rafting, senderismo, tiro con arco o tirolina.

      Físicamente, Paula era la réplica de John. Sus facciones y su pelo rubio, se asemejaba a su padre, así como un pequeño lunar que tenía en el hombro. Sin embargo, en el carácter, era obstinada, atrevida y cabezona como ella. No había nada que le diera miedo y por eso necesitaba el apoyo constante de Marta, para poder vigilar a Paula en cualquier momento del día. Cuando el silencio reinaba en su casa, su hija siempre estaba haciendo alguna de sus trastadas.

LA GUARDIA (Completa)# 1º Premio Romance Gemas Perdidas 2019Where stories live. Discover now