Capítulo 17

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Mientras Carlos esperaba sentado, John era incapaz de estarse quieto. Caminando de un lado para otro de la sala, esperaba que alguien les informara del estado de María.

-¿Por qué tardan tanto? -preguntó John a Carlos mientras volvía a mirar el reloj por enésima vez.

-Estarán realizándole más pruebas. ¡Yo que sé!... Anda, siéntate. Esto va lento...

-No puedo sentarme, estoy preocupado -dijo John deteniéndose.

Carlos miró al que ya consideraba a su amigo y apiadándose de él, le dijo:

-Ya has visto que María estaba bien y que no tenía ninguna herida de gravedad.

-¿Y si tuviera alguna hemorragia interna? No estaré tranquilo hasta que no me lo confirmen esos médicos -contestó John inquieto.

Carlos se quedó sin argumentos, John llevaba razón. Incluso él, estaba preocupado. Procuraba disimular delante de su amigo, pero María estaba tardando mucho en subir. En ese momento, la puerta del ascensor se abrió y un sanitario llegó empujando una camilla.


En cuanto llegaron a la planta y el celador empezó a moverla, María cambió el semblante sabiendo que John estaría en el pasillo. Estaba devastada y John no podía averiguar su verdadero estado anímico. Ya de por sí era bastante duro no saber si volvería a caminar como para que encima, John tuviera que marcharse de España con esa preocupación. No sería ninguna carga para nadie y menos para la persona que amaba tanto.

Comprobando que era María, John suspiró aliviado. El enfermero los miró pero sin detenerse, continuó empujando la camilla hasta llegar a la habitación. Con extrema seriedad, John cogió de la mano a María mientras caminaban:

-¿Qué te han dicho?

-Que todo está bien. Que estoy magullada, pero que se me pasará -mintió María con un nudo en la garganta.

Con cuidado, el enfermero volvió a colocar las bolsas de suero y comprobando que todo estaba correcto, les indicó:

-Más tarde regresaré, si necesitan algo pueden tocar el timbre.

-Gracias -contestaron John y Carlos mientras el enfermero se marchaba.

-No estarías preocupado por mí -dijo María intentando animarlo.

-¿Cómo no iba a estar preocupado por ti? No te encontrábamos por ninguna parte y no sabíamos qué te había pasado. Además, me has dado un susto de muerte -dijo John mientras le besaba la mano.

-John lleva razón. Todo el equipo te ha estado buscando...

María los miró apenada haciéndose una idea de lo que habían tenido que pasar.

-¿Y el compañero que iba conmigo...? -preguntó María mientras observaba a los dos hombres.

-Ha muerto... -contestó Carlos.

La joven no dijo nada más, pero se le formó un nudo en la garganta y los ojos se le humedecieron mientras apartaba la mirada de ellos e intentaba fijarla en la ventana de la habitación. Una profunda tristeza la embargó cuando pensó en el joven compañero que iba con ella. John que estaba pendiente de su reacción, se agachó y besando su mejilla, le susurró:

-Lo siento mucho cielo.

María asintió con la cabeza mientras apretaba los labios para no llorar.

-En cuanto pueda, hablaré con los médicos -dijo de pronto John.

La joven volvió en sí al instante e intentó sonreír para seguir disimulando.

LA GUARDIA (Completa)# 1º Premio Romance Gemas Perdidas 2019Where stories live. Discover now