Capitulo 2 Despedida

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La mañana llegó a la mansión Jones, en ella se encontraba la mayor parte de la manada, ese día habría una sesión de entrenamiento con Alexander. Él intentaban descubrir quiénes de los Lobos más jóvenes podrían ser Deltas.
La manada estaba desprotegida sin los Lobos más fuertes, por lo que Alexander estaba colaborando en la formación de los adolescentes.

— Hoy haremos algo muy diferente, — comenzó a hablar Roy desde una de las esquinas del salón donde se encontraban — hemos pedido el apoyo de Isabella para que los Vampiros sean sus adversarios.

Todos los novatos se tensaron al escuchar eso, pelear con Vampiros se había convertido en algo peligroso desde que Derek los entrenaba.

— Tranquilos, solo será para que experimenten lo que es pelear contra un enemigo de verdad. — exclamó Alexander al fondo — No los asesinaran.

— Y eso nos da tanta paz... — dijo uno de los chicos al ver cómo alrededor de diez Vampiros los rodeaban.

— ¡No tienen permitido cambiar, deberán repeler sus ataques usando su forma humana! — gritó Roy justo antes de que empezara el combate.

Fueron los cinco minutos más eternos de sus vidas, la gran mayoría había podido esquivar los ataques, otros como Miguel habían optado por una posición más agresiva hacia los Vampiros, intentando atacarlos usando su fuerza bruta.

Alexander no podía estar más orgulloso de los más jóvenes de su manada, pero ahora venía la prueba de fuego, una que ninguno de ellos pudo haber imaginado.

— ¡El tiempo acabó! — hizo sonar un silbato — Ahora veremos qué tan fuertes pueden ser contra una Bruja...

Los chicos se emocionaron, pelear con los Vampiros era un gran entrenamiento, pues estos gozaban de mayor fuerza y agilidad en el combate, pero una Bruja era un desafío por la cantidad de cosas que podían hacer.

Para sorpresa de todos, la chica que apareció no era la que esperaban.

Samantha estaba sonriendo y saludando a todos, quería acabar con eso rápido, todavía tenían que llegar a clases.

— ¡¿Listos?!

Alexander hizo sonar su silbato y la prueba empezó, todos huían de la gran cantidad de bolas de fuego que Samantha les arrojaba, sin contar que estás no desaparecían al impactar las paredes o el techo, sino que rebotaban cual pelotas de ping pong.

Fue solo cuestión de un minuto para que se vieran superados por los ataques, empezando a caer heridos.

— ¿Puedes cambiarlas? — le preguntó Roy a Sam, la cual asintió moviendo un poco las manos convirtiendo el fuego en cúmulos de aire helado.

Basta decir que todos fallaron en el intento salir ilesos, cosa que no hizo más que preocupar a Alexander. Si los chicos no eran capaces de sobrevivir a un par de ataques, mucho menos sobrevivirían si un Brujo intentaba asesinarlos usando su magia.

— Creo que no les has enseñado como redirigir la magia... — se escuchó una voz a sus espaldas, era Jackson, y detrás de él se encontraban dos chicos, Thomas y Cristhian.

— ¡¡¡Jack!!! — exclamaron todos al ver al rubio por primera vez en meses.

La gran mayoría se acercaron para abrazarlo o saludarlo, en especial Samantha y Miguel, quienes hacia mucho que no lo miraban.

— Haz hecho un increíble trabajo cambiando la naturaleza de tus ataques. — dijo Jackson mientras abrazaba a Sam — Veo que todos han progresado mucho.

— Se hace lo que se puede, hay muchas cosas que no sabemos acerca de la magia, — musitó Roy saludando a Jackson con un abrazo — los aquelarres están muy ocupados aprendiendo también.

CAOS Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora