Capitulo 14 Guardián

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La oscuridad era lo único que Jackson podía ver, una oscuridad que le sofocaba e impedía ver algo en medio de ese lugar.
Entonces lo distinguió, ahí en esa enorme oscuridad una figura se arrastraba hacia una de las estatuas; reconoció estaba en aquel lugar donde anteriormente había visto los seres obscuros siendo atacados por los seres de luz.

No se escuchaba ningún sonido, alcanzó a ver los cuerpos destrozados de los seres que vio en sus alucinaciones pasadas, habían muerto, si es que en algún momento estuvieron vivos.

Fue entonces que escuchó aquella voz, la misma voz que había escuchado todo ese tiempo.

"La ira y el deseo de venganza no son exclusivos de los humanos" dijo esa voz justo antes de mostrar como esa ser continuaba arrastrándose hasta que alcanzó a tocar la estatua.

Si apariencia era difícil de distinguir, pero Jackson pudo notar que este posea extremidades tal como los seres de luz, parecían alas, pero estás no fingían la misma función.

De pronto escuchó unos susurros en un idioma desconocido, escuchó como ese ser lloraba y gemía de dolor, implorando una oportunidad.

De pronto despertó en la habitación en la que había estado desde que lo secuestraron.
A su lado se encontraba el chico Omega, dormido en un rincón.

Jackson se sintió mareado, y quiso vomitar, pero no tenía nada en el estómago que devolver.
No sabía cuánto tiempo estuvo dormido, pero por la falta de dolor en sus heridas concluyó que un par de días.

Se enderezó con dificultad, viendo que tenía una bolsa de suero conectada en su brazo. Tenía frío, pero al mismo tiempo estaba sudando.

"Tengo fiebre" pensó.

-Despertaste...

Escuchó la voz cansada del chico pelinegro a su lado, algo le decía que él no había dormido por estarlo cuidando.

-Me dijeron que avisara si llegases a despertar.

Jackson levantó la mirada y lo vio con tristeza.

-Deberías hacerlo, te meterás en problemas si no lo haces... -dijo con voz ronca.

El Omega negó con la cabeza, todos esos días había estado reflexionando sobre las Brujas, él no era tonto, sabía que Jackson era diferente a todos los Brujos que había conocido. Había algo en él que siempre lo hacía resaltar, solo tenías que prestar atención.

-Debes descansar, ayer casi mueres de un infarto...

Jackson se sorprendió con la noticia.

Mientras que el chico observó la llave que su padre le había dado. Él tenía la llave que lo sacaría a él y a su padre de ahí. Serían libres después de más de diez años siendo esclavos del Aquelarre. Sin embargo, el irse significaba dejar al rubio ahí con ellos, y el sabía perfectamente de lo que esas personas eran capaces.

Llevarlo con ellos no era una opción, ya que debido al estado en el que Jackson se encontraba, era imposible trasladarlo a otro lugar sin que corriera peligro, sumando el hecho de que seguramente los perseguirán hasta dar con ellos otra vez.

Jackson comenzó a quitarse todos los aparatos, ocasionando que la máquina comenzará a hacer un sonido estridente.

El Omega se apresuró a desconectarlo y ayudó a que Jackson se enderezara. Su cuerpo lucía más pálido que nunca, había adelgazado demasiado, y su cuerpo comenzaba a deteriorarse.

-Convocaron una reunión, hoy decidirán qué van a hacer contigo. -El menor desvío la vista sintiéndose culpable.

-No hay mucho que puedan hacer, no hay hechizo que logre debilitar los sellos en mi cuerpo. Mi poder le pertenece a otra persona.

CAOS Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora