Capítulo 24 Lucas

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Derek conducía a toda velocidad rumbó a la mansión de su hermano. Minutos atrás le habían informado que Jaydan había escapado de la prisión en la que lo habían puesto, no sabían cómo, pero él ya tenía sus sospechas.

Roy le dijo que Jaydan se había ido caminando hacia el bosque, ellos intentaron detenerlo, pero su hermano les ignoro y caminó apresuradamente perdiéndose entre los árboles.

Y ahora en la mente de Derek estaba saturada, desde la desaparición de Jackson, la huida de su hermano gemelo, Alfred teniendo esos ataques, el problema de la policía y hasta la destrucción de la mansión familiar.

¿Así que así se sentía preocuparse por las cosas?

Afortunadamente parecía ser que Jaydan seguía bajo los efectos del hechizo de Lucas, y si su cuñado era tan bueno en la magia como había oído, su hechizo sería algo durarero, o al menos lo suficientemente para dejar a su hermano sin magia hasta que lograra aclarar su mente.

Aceleró a fondo cuando logro tomar la carretera rumbo a Stilzar, de pronto su teléfono comenzó a sonar, por lo que rápidamente contestó usando el teclado del volante.

—Dame buenas noticias Roy...

—Ya lo encontramos —dijo el Beta al otro lado del teléfono—, está en el centro del bosque.

—¿Ha intentado destruir el árbol o algo por el estilo?

—No, solo lo ha estado mirando.

—Esta bien, ya voy para allá —exclamó Derek mientras buscaba un lugar donde estacionar el auto, usaría un hechizo de teletransportación, así llegaría más rápido.

Cuando por fin encontro un buen lugar, estacionó el lujoso auto y caminó un poco hacia el bosque; debía encontrar un buen lugar para realizar el hechizo, pues desde que Alfred lo había traído de vuelta su poder no se sentía como antes. Aunque no estaba muy seguro, tal vez era normal, pues había sido un Vampiro durante más de tres siglos.

Cuando por fin encontro un claro, enfocó su vista al norte, en dirección al árbol ancestral que había en el centro del bosque; tomó un pequeño alfiler pinchandose el dedo en el proceso, evocó su poder en el recuerdo de su hermano y dejo que su poder fluyera a través de el.

Varios segundos después, una fría corriente de aire le envolvió, haciendo que los copos de nieve le cubrieran por completo, desapareciendo instantáneamente.

**********

Aldair sé encontraba mirando una enorme esfera de cristal que flotaba en medio de aquella habitación. La esfera resplandecía en un tono rojizo, uno muy parecido al color de la sangre, y de ella salían pequeños hilos rojos que danzaban y se enredaban unos con otros.

Frente a él se encontraba la inmensidad del destino, aquel que podía imponerse a todo pronóstico, a todo designio. Una fuerza tan grande que ni siquiera él podía ejercer en su totalidad.

Sus ojos azules se enfocaban en uno muy peculiar, uno que se diferenciaba de los otros. Uno que brillaba en un tono dorado.

—No parece haber gran cambio, el destino sigue siendo el mismo —habló Ernesto de pronto, sorprendiendo un poco al joven Brujo.

—Él sigue con vida, todavía hay esperanza...

—Estas apostando todo por él, aún cuando Morgana y yo te dijimos que no es su destino acabar con la oscuridad.

Aldair posó sus fríos ojos en aquel ente que aparentaba tener la edad de un niño.

—Es que ustedes siguen sin ver su potencial.

CAOS Libro 2Where stories live. Discover now