Especial Jade

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Su sonrisa se quedó grabada en mi mente, sus ojos oscuros, el olor de su perfume, la calidez de su voz.

Estaba enamorada, perdidamente enamorada. A pesar de haberme enamorado de otros chicos en el pasado, lo que sentía por Lucas era diferente, nunca había sentido tanta química entre ambos, él era un sueño para mí.

Apenas pude disimular la alegría de volverlo a vez después de tantos días. Todo en él era tan familiar, como si lo conociera de toda la vida, como si en él encontrará algo que nunca supe que me faltaba.

Entré a mi casa lo más sigilosa posible, mis padres tenían que ir trabajar la mañana siguiente, y no quería despertarlos, además de que seguramente me regañarían si supieran qué salí con un chico a estás horas.
         Intenté borrar la sonrisa tonta de mi rostro, pero era imposible, lo había visto, y no solo eso, él me abrazó, pude sentir la calidez de sus brazos, había sido tan increíble. Además, ahora sabía que era lo que realmente lo tenía tan preocupado.

Me sentí culpable por el pequeño sentimiento de felicidad que tuve cuando me confesó que su novio estaba desaparecido, sé que no deberías sentirme feliz, no obstante, ahora había una posibilidad, una muy pequeña de que algún día pudiéramos estar juntos. Su corazón ya estaba ocupado, pero no podía evitar fantasear con la idea de que ese chico no volviera.

Obviamente no estaba deseándole la muerte, tampoco deseaba que Lucas sufriera, sin embargo, mi mente no podía evitar imaginar una vida junto a él, sin nadie que se interpusiera.

Al abrir la puerta de mi habitación, el señor esponjoso me recibió maullando.

—Si, señor esponjoso, era él. — susurré mientras caminaba había mi habitación, recibí un maullido como respuesta— No, no le pregunté del baile de graduación, ya habíamos hablado de ese asunto, él tiene ya otra persona.

Pude ver la duda en su tierno rostro, en ocasiones sentía que no estaba hablando con un gato, sino con otra persona.

—Es muy complicado de explicar, después te explico todo lo que me dijo, — Saqué mi pijama del clóset.— mañana será un día difícil, así que debemos dormir temprano.

Levanté las mantas y me acosté, no olvidando que el señor esponjoso se acostaría a mi lado, como siempre lo hacía desde que tengo memoria.

—Gracias por siempre escucharme, señor esponjoso... —acaricie su pequeña cabecita mientras él ronroneaba.

Apague la luz y cerré mis ojos.




CAOS Libro 2Where stories live. Discover now