CAOS Libro 2

Capitulo 6 Él.

Hubo varios segundos de silencio.

—¡¿Pero qué mierda estás dices Patrick?! —gritó Lucas al borde de perder el control.

Fue necesaria la ayuda de Mouse y Roy para evitar que Lucas intentará golpear al rubio; y no era de extrañarse, Patrick acababa de decir que había la posibilidad de que Jackson no volviera con vida, y que todo era culpa del furioso chico.

—¡Tú no tienes ni puta idea de todo lo que hemos pasado, todo lo que Jackson ha soportado! —Lucas luchaba por liberarse del agarre de los demás— ¡Lo voy a encontrar, y cuando lo haga me aseguraré de que en tu puta vida vuelvas a verlo!

—¡Tú no puedes alejarme de él, es mi familia!

Las cosas se estaban poniendo peliagudas, por lo que Tory decidió intervenir.

—Todos sabemos que esto es difícil, pero no es momento para que ustedes dos se pongan a pelear...

—¿Después de todo lo que hiciste todavía te consideras su familia? —le preguntó Lucas en un tono de desprecio— Estás enfermo...

—Yo podré estar enfermo, pero yo al menos no me atrevería a engañarlo con otra...

Lucas se quedó en shock al escuchar eso, aunque eso solo duró unos segundos, ya que cuando logró reponerse se lanzó contra el primo de su novio.

**********

Scott regresó a casa varías horas después de haber sentido a esos Lobos; había algo muy extraño en todo eso, estaba seguro que su intuición no le había fallado.
Ahora tenían esa incógnita, y no esperaría ni un segundo para saber de qué se trataba.

—¿Nelson estás ahí? —exclamó el Alfa hablando por teléfono.

—Si Scott, ¿Qué necesitas? —preguntó el otro con una voz ronca.

—Dile a los rastreadores que investiguen a la manada de Alexander, pero diles que no se acerquen mucho, solo lo suficiente para saber que están haciendo.

El otro suspiró al otro lado del teléfono.

—Habíamos acordado en esperar hasta que todos estuvieran hospedados...

—Esto es importante, dime si lo puedes hacer sino para hablar yo con ellos.

—Es la 1 de la mañana Scott, ¿estás demente? —se quejó el otro— Sea lo que sea, te aseguro que ni en sueños podrían ganar una pelea contra nosotros...

—No me preocupa que puedan vencernos.

—Genial, ¿entonces puedo volver a dormir? —dijo el su hermano con un tono cansado.

Scott no tuvo de otra más que decirle que si, tal vez Nelson tenía razón, estaba exagerando.

(...)

A la mañana siguiente Scott salió de prisa rumbo a el centro de Feltwell: esa misma mañana tendría una junta con el alcalde para tramitar un permiso que le hacía falta para mudar la empresa de su familia a esa ciudad.

Nelson le había cancelado, al parecer los Lobos que se habían encargado de deshacerse del cuerpo de Miranda no habían vuelto a casa.

—Buenos días señor, ¿tiene alguna cita? —preguntó la recepcionista en la entrada.