Si yo les contara todo lo que viví para llegar aquí, es de no creer. La cagaré en más de una ocasión, de que lloro, pues sí, de que hago llorar, pues también, pero risas no van a faltar, eso lo aseguro.
¿Qué resultará del romance entre un prostituto...
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Llegué a casa cubierta de grasa y con una quemadura en el tobillo por chocar con el tubo de escape recién apagado, eran las diez de la noche, mi cuerpo pedía a gritos un poco de descanso en mí cama, mí cuarto, y en mí espacio, porque es mí espacio.
Tyler dijo que la próxima vez que me probara, tendríamos problemas si seguía pensando en mí cómo basura.
— ¿Te bañas tú primero? Te demoras más.
Dijo Tyler apareciendo de pronto sin golpear la puerta del cuarto, estaba vistiendo únicamente bragas.
Al ver mis pintas dio dos pasos dentro del cuarto, esperando una invitación de mi parte.
— A esto me refiero, eres amable sólo cuando podemos tener sexo.
— Yo sólo venía a proponerte ahorrar agua, está escasa en el mundo ¿Sabías? Tenemos que cuidarla.
Y ahí voy yo, pensando que es buena idea hacer algo que termine en sexo, últimamente siempre lo hago con él, eso no es bueno para mi corazón, debería planear citas sexuales con otros hombres antes de que Tyler y su pene me atrapen por completo.
— También podríamos darnos duchas cortas.
Soltando mi cabello, consciente que al tenerlo sujeto en un alto moño todo el día, no debe estar muy presentable.
— Ducha juntos, insisto, porque luego tendremos fiesta de toallas, compré dos toallas nuevas para esta ocasión, mira.
Tomó mi mano guiándome hacia el baño sin soltarme, abriendo una de las puertas de nuestro closet de baño, tomando dos toallas negras con el bordado Free Souls en letras doradas, una más grande para que cubriera mi cuerpo, hasta medio muslo y botón para sujetarla, cómoda y bonita, la de él era bastante corta, cubriría sólo sus partes nobles, mostraría esos bellos oblicuos tallados a mano, lo que era bastante excitante a mi imaginación.
— ¡Qué lindo! ¿Cuándo las preparaste?
— Llegaron hoy, vine a recibirlas más temprano y luego regresé al trabajo, así que ahorremos agua, vistámonos y vámonos, nos cambiaremos allá.
— Para ser mi roomie te preocupas demasiado por mí — riendo por lo bajo— tomando la toalla— ¿Por qué la mía va bordada también si yo no soy parte de la pandilla "Sin vaginas"?
Terminando de desnudarme, dando el agua, esperando a que se calentara.
— ¿No te vas a ir?
Ya desnudo, caminando hacia mí.
— Te dije que no lo haré, encontrarlos a ustedes es lo mejor que me ha pasado en la vida.
— Está bien — suspiró— te anunciaré hoy, serás la primera mujer de la Free Souls en un tiempo. Algo me dice que, si sigues por aquí, estarás pegada a mí y no puedes ir por ahí sin alguien que te respalde.
