Capítulo 36 "Psicólogo"

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Mi llegada a casa fue una sorpresa para todos, como siempre, los jardineros hacían bonitas figuras en los arbustos, las chicas cambiaban las cortinas aprovechando el buen clima, la otra parte del personal limpiaba la casa por dentro, la piscina es...

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Mi llegada a casa fue una sorpresa para todos, como siempre, los jardineros hacían bonitas figuras en los arbustos, las chicas cambiaban las cortinas aprovechando el buen clima, la otra parte del personal limpiaba la casa por dentro, la piscina estaba cubierta y todo lo que pudiese desteñirse por el sol, bajo techo, los caballos en su establo bien limpio y ordenado, con el espacio suficiente para que pidiesen trotar, correr si se les da la gana y mover la melena al viento, tenerlos encerrados... no le veo sentido a eso, por lo mismo, les tenemos un enorme lugar techado para su reposo y recreación.

Abigail fue la primera en recibirme, envió a dos personas por mi equipaje y me envolvió en sus brazos, saludándome con efusividad, las muestras de afecto últimamente pueden conmigo, por lo que terminé llorando sobre su hombro, aferrándome a su cuerpo con fuerza, como cuando era pequeña.

Para cuando logré calmarme y bebí un poco de agua con azúcar para la baja de presión ya sentada en el gran comedor, le conté con lujo de detalles el estado actual de mi relación con Smile y mi propio estado, la mujer estaba enormemente feliz por mi embarazo, es más, le contó a todo el personal, recibí felicitaciones todo el día por ello. En cuanto a Smile, dijo mil veces que confiaba ciegamente en él, que cuando estuvo aquí, todo lo que hizo y dijo fue siempre pensando en mí, por eso guardó el secreto de su visita, él sólo quería lo mejor, para que yo por fin tuviera una buena vida, no quería que volvieran a lastimarme, menos por su culpa.

Pero ¿Cómo va a querer lo mejor para mí sabiendo lo ansiosa que me pongo sin saber de él? Han pasado varios días y no se ha dignado a encender el puto móvil.

En ese momento comencé a llorar otra vez.

¿Cómo no me deshidrato, joder?

Apenas me desocupé y Abigail me envió al cuarto para descansar un poco, le envié un mensaje a Angry, avisándole que estaba en casa sana y salva, y que probablemente me quede una larga temporada porque Abigail me consiguió unas citas con el psicólogo, porque alguien le había contado sobre mi falta de criterio y notorio estado de depresión, puedo asumir que Angry fue quien le contó los detalles, pasé la mayor parte de la semana a su cuidado.

Probablemente él seguía en el vuelo, ya me responderá más tarde.

Observé el techo de mi cuarto, aburrida como una ostra por más de una hora ¿Cómo es que no tengo televisión? Necesito ver algo si no quiero volverme loca. Me levanté de la cama otra vez, vistiendo una de las camisetas de mi novio... o no novio, a estas alturas no sé nada, y salí del cuarto, viendo al mayordomo darle instrucciones a una chica sobre los jarrones del pasillo.

— Vladimir ¿Puedo pedir un favor?

Acercándome a él.

— Claro señorita, los que usted quiera.

— ¿Puede enviar a alguien por un televisor para mi cuarto? El más grande que encuentren, me aburro y quiero ver mis series.

Hice pucheros.

A dos pasos de tiWhere stories live. Discover now