Capítulo 37 "Un gesto"

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Dos semanas han pasado desde que decidí cortar lazos con la Free Souls, hace mucho tiempo no me sentía así de solitaria, sin nadie con quien hablar de forma natural y de temas triviales, los sirvientes claro que hablaban conmigo, pero siempre resp...

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Dos semanas han pasado desde que decidí cortar lazos con la Free Souls, hace mucho tiempo no me sentía así de solitaria, sin nadie con quien hablar de forma natural y de temas triviales, los sirvientes claro que hablaban conmigo, pero siempre respondían aquello que creían que quería escuchar o con exceso de respeto, no podía tener una conversación real de esa manera, también vi hace unos días a Tyler, Emily, Luke y Yui en el exterior, iba de camino al psicólogo cuando aparecieron fuera de la casa, Abigail me hizo esperar dentro mientras solucionaban el problema, Vladimir dijo que hace unos días, los gemelos también estuvieron aquí, pero al ver que no estaba dispuesta a verlos, volvieron a irse, llamaron a la policía ambas veces para solucionar el problema, y por lo que oí del personal, esas no fueron las únicas veces, pedí que no volvieran a avisarme si eso sucedía, no me hacía bien.

Hoy regresaría al trabajo, podría ir a la oficina todos los días y solucionar los problemas al instante, tomar decisiones en el momento, firmar todos los documentos necesarios sin necesidad del envío por correo, el fax, sin las equivocaciones de mi secretaria, todo... todo es como debe ser.

Por si las dudas, prohibí el ingreso a Smile, no me sorprendería si viene a la compañía, es su lugar de trabajo después de todo, pero los empleados servirán de mediador, no tendré contacto con él.

- Jenny, los pendientes los quiero sobre mi escritorio, contratos, liquidaciones, propuestas, proyectos, todo.

Pasando por su lado, directo a mi oficina.

- Sí señorita, enviaré todo lo antes posible ¿Quiere un café?

- No, un té si es posible, por favor, estoy embarazada, necesito cuidarme.

- ¡Felicidades! Esa es una gran noticia.

- Si Smile se cola aquí, no se lo digas, nadie de la oficina debe saberlo hasta cuando comience a notarse y no pueda ocultarlo, y Jenny, si olvido o me salto las comidas, avísame, debo cuidar de mí y a veces lo olvido.

- Por supuesto señorita, no se preocupe.

Agradecí y entré en mi oficina, tomando asiento tras el escritorio, siempre ordenado y limpio a pesar de venir pocas veces, Jenny es una secretaria muy competente.

Por horas y horas, me dediqué a solucionar los pendientes, todos los departamentos tenían proyectos nuevos en los que deseaban comenzar a trabajar y necesitaban mi aprobación para ello, había proyectos muy interesantes que decidí aprobar, la tecnología sustentable era un negocio nuevo que comenzaba a tomar mayor peso a medida que avanza la preocupación y la conciencia medioambiental, mi compañía debería renovarse y producir algo más amigable con el entorno también, hablando de empaques, eliminación del plástico, utilizar material biodegradable, esa fue una muy buena propuesta que comenzaremos a implementar en cuanto todo esté listo.

A las dos de la tarde, Jenny irrumpió en mi despacho, traía en sus manos una botella pequeña de gaseosa y un almuerzo del local que cruza la calle, comida japonesa, como un sushi, pero desarmado y delicioso, con palillos, soya, delicioso.

A dos pasos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora