Una relación es trabajo de tres ~ VKookMin ⁓ JungKook, TaeHyung y Jimin

Capítulo 7~Última batalla

Tras la decisión del juez el pequeño salón de quedó vacío entre quejas altas de los policías que querían encontrar un culpable de forma absurda. Jimin se puso en pie y rápido fue hacia su Alfa, notando en el ambiente su aroma agrio por la incomodidad que acababa de pasar.

-Kookie. -Le llamó agachándose para entrar en su campo de visión, el llamado apartó su vista apretando sus labios finos con fuerza. -Cariño. -Le susurró de nuevo logrando captar su atención.

-Lo siento. -Murmuró con la voz baja y los ojos temblando, JungKook iba a llorar. Un poderoso Alfa puro que se sentía mal por causar miedo.

-No pidas perdón por ser quién eres. -Le dijo Jimin tomando sus grandes manos con las suyas más pequeñas y sonriendo de lado.

-Te he mentido y... -Comenzó a decir de forma difícil el menor siendo interrumpido por le rubio.

-Me has ocultado algo. -Aclaró y corrigió Park. -Aún nos estamos conociendo, no voy a enfadarme porque me ocumtes algo que comprendo la gente teme. -JungKook mordió su labio inferior y trató de soltarse del mayor y su agarre. -Yo no lo hago, ¿okey? -Explicó rápido al comprender que su Alfa tenía justo eso, que él le tuviera miedo. -Sé que eres buena persona.

JungKook nunca había sido aceptado tan rápido y fácil. Ni si quiera sus padres le llevaban la contraria muchas veces por miedo, SeokJin tardó semanas en ser cercano cuando descubrió su nivel de casta, NamJoon de pequeño le tenía miedo y tardó varios años en acercarse a hablar con él y luego estaba Jimin. Su Omega, su bello y fuerte Omega que a segundos de enterarse de su casta le decía no tenerle miedo ni temor con voz dulce y caricias en sus manos.

-¿Pollito? -Preguntó haciendo un puchero involuntario y con la voz ligeramente aguda y dulce. Jimin rodó sus ojos con fastidio y terminó por sonreír más amplio mostrando sus pequeños dientes.

-Ains, está bien. -Abrió sus brazos recibiendo el cuerpo grande y musculoso inclinado para podar su cabeza en el pecho del Omega.

A su lado, a unos pasos, TaeHyung observaba la escena ligeramente cómica. El trasero de Jeon estaba en pompa para poder refugiarse en el pecho del más bajo y rubio chico. Las caricias de Jimin parecían algo toscas y con faltas de práctica. Pero ahí estaban, JungKook siendo un Alfa puro buscando mimos, cariño y protección en un Omega fuerte, intimidante y serio.

Fue extraño, como esos sentimientos llegaron a él arrasando con la fuerza de un huracán, un tornado en su epicentro; caos a su alrededor y calma en su ser. Su lobo despertando y pidiendo ir hacia el Alfa y ser él quien le consolaba mientras enseñaba al Omega a hacerlo como creía el pelinegro amaría. Sin duda su instinto animal le estaba jugando una mala pasada.

Con incertidumbre, ese dolor de nuevo en su pecho que era producido por los sollozos de su Beta queriendo estar más cerca de ellos, dio varios pasos silenciosos. Su mirada se alzó y justo coincidió con la clara almendrada de Jimin cuando este abrió sus ojos, ambos padres de orbes hicieron contacto y TaeHyung se detuvo abrumado por el fuerte llanto de su lobo.

-Hola. -Saludó Jimin, con la ilusión creciente que había descubierto solo podía sentir junto a JungKook. Bueno, ahora sabía que solo podía sentirla junto a sus destinados.

-Hola. -Murmuró TaeHyung captando del todo la atención del Alfa también. JungKook se alejó de Jimin solo para quedarse a su lado rodeando los hombros de este mientras el rubio rodeaba si cintura. El Beta se obligó a hablar cuando anheló estar entre ambos cuerpos. -Me alegro de que haya salido bien para ti.

La tensión era fuerte y espesa en el ambiente. Sin embargo el Omega expulsaba feromonas más dulces a caramelo y el Alfa más cítricas a limón; su propio lobo luchando por expulsar su aroma y fallando en el intento por los supresores de Alfa que tomaba.