En un mundo ideal no habría Alfismo que apresara y humillara a los Omegas como Park Jimin; un galardonado médico de campaña al servicio militar y por cuyo respeto debía luchar día tras día.
En un mundo ético no habría ese miedo irracional a lo desco...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18 como vocabulario vulgar, narraciones de sexo explicito o fetiches sexuales.
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TaeHyng no se había arrepentido tanto en su vida como de pensar que estaba preparado para ser padre; es decir, ni si quiera podía cuidar correctamente a un Alfa serio e imponente y un Omega en su primera etapa de celo.
La tarde del primer día del celo de Jimin, el día anterior, había tenido que lidiar con un Jimin demasiado sumiso, demasiado dulce y empalagoso, que se negaba a bajarse de su regazo mientras él avergonzado llamaba tanto al trabajo de JungKook como al de Jimin para informar de su falta por celo. En todo momento hay que sumar la presencia callada y que solo observaba de JungKook.
Como en ese momento del segundo día de la primera fase; Jimin estaba haciendo coletas al cabello castaño de TaeHyung y colocando pinzas y ganchos de colores y formas con ayuda de JungKook. Bueno, JungKook solo le pasaba uno a uno los adornos de cabello que Jennie había olvidado alguna vez en su casa sentado al lado de ambos en el sofá en completo silencio y asintiendo solo cuando el Omega le miraba buscando admiración.
-Minnie. -Le llamó TaeHyung respondiendo los mensajes de Jin el cual le preguntaba si necesitaba algo de comida o de la farmacia. El Beta casi se muere al entender la referencia y, haciendo de tripas corazón, le perdió una caja de preservativos; Jin le dijo que le llevaría pastillas para el día después por si acaso ameritaba la situación. -Bebé. -Volvió a llamarlo, el rubio dejó de colocar un gancho con forma de mariquita para ver a JungKook con sus ojos bien abiertos en ese brillante azul, el pelinegro asintió tras echar un corto vistazo al cabello del Beta provocando entonces una nueva sonrisa en Jimin mientras recibía del Alfa otro gancho con forma de mariposa. -Amor, debo ir al baño y preparar la comida.
Jimin parecía no comprender sus palabras, el Beta no podía dejar de pensar en como un Omega lidiaba a solas con su celo los primeros días de este. JungKook lo miró atento a sus movimientos cuando pasó al Omega sobre su regazo.
-Ya vengo. -Dijo a ambos poniéndose en pie ante el sofá; JungKook asintió, Jimin hizo un gran puchero y sus ojos comenzaron a temblar por el llanto repentino que ameritaba con salir. -No bebé, no, no me voy. -Dijo desesperado acariciando su cabello rubio y besando su frente. -Voy al baño y vuelvo.
Cuando dio un par de pasos atrás alejándose de ellos Jimin, aún siendo un cachorro, se dejó caer al suelo y trató de gatear para alcanzarlo todo mientras comenzaba a llorar. TaeHyung cerró sus ojos para no llorar también y buscar una solución que vino a él cuando vio a JungKook ponerse en pie para sujetar la cadera de Jimin y que este pudiera gatear mejor.
-A ver, cariño. -Con cuidado sentó al Omega en el suelo alfombrado y se colocó de cuclillas ante él. En un movimiento rápido retiró la camiseta de Jimin que él mismo había puesto la noche anterior tras ducharlo y le colocó la suya propia quedando él sin camiseta. -¿Mejor? -Jimin había dejado de llorar al tener aún cerca el aroma del Beta pero seguía con ese gran puchero de labios mullidos y rosados, Tae le dejó un pequeño beso en ellos antes de señalar a Kook. -Mira, él también tiene el pelo largo.
