Una relación es trabajo de tres ~ VKookMin ⁓ JungKook, TaeHyung y Jimin

Capítulo 29~Los Kim

TaeHyung despertó entrada la tarde del sábado, los recuerdos de lo acontecido ese medio día golpeando su subconsciente y haciéndolo suspirar dolido y entristecido. El dulce aroma de la yema tostada con azúcar le hizo recuerda ese puntiagudo y delicado rostro enmarcado en un cabello azabache largo. Su Beomgyunnie, su pequeño tigrecito bebé.

Abrió sus ojos que chocaron y se cerraron molestos por los rayos de la puesta de sol tras el ventanal de la casa de su novio Jimin. Al volver a abrirlos visualizó el relajado y en paz rostro de su hermano menor durmiendo abrazado a él como hacía de pequeño, una de sus piernas sobre su cadera y sus brazos encogidos entre sus torsos.

Beomgyu despertó por las caricias en su cabello para encontrarse a su Hyung llorando ante él.

-Tigrecito. -Dijeron ambos a la vez antes de fundirse en ese necesitado abrazo.

Beomgyu lloraba por todas las veces que lo hizo al echar en falta a su hermano mayor, quién le había dado los mejores cariños y cuidados; quién le había enseñado a respetar, buscar respeto y aceptar solo el amor puro y bueno. TaeHyung lloraba por todas esas veces que lo echó en falta y no pudo localizarlo, porque en su mente gritaba el recuerdo de verlo llorar junto a HyunJin cuando se marchó de casa.

-¿Y Kai? -Preguntó entre alarmado y emocionado.

-En la universidad. -Susurró limpiando sus lágrimas. -Está estudiando magisterio.

-Mi Alfa es maestro. -Sonrió cuadrado, Beomgyu rió bajito. -¿Sigue en Daegu?

-No. -El pelinegro sonrió más amplio. -Escogió la universidad de Seul para marcharse de casa. -TaeHyung volvió a llorar.

-Me hicisteis caso. -Susurró entre lágrimas. -Os habéis marchado de casa.

-Siempre te haríamos caso Hyung, tú eras la única persona en esa casa que nos quería de verdad y nos cuidaba. -TaeHyung tembló y sollozó alto alarmado a sus destinados al otro lado de la pared. YeonJun y TaeHyun detuvieron a JungKook y Jimin sabiendo que seguramente fuera por la conversación que tenían ambos hermanos.

-No sabes cuántas veces he querido volver solo para buscaros, deseaba sacaros de allí pero temía que me odiarais o algo así... -Beomgyu le interrumpió negando con su cabeza con fervor.

-Vinimos a Seul a buscarte Hyung. -Murmuró besando su nariz. -Y al fin te hemos encontrado.

El timbre del apartamento retumbó alertando a los presentes menos al Beta y Alfa más jóvenes quienes acudieron a abrir la puerta a otro Alfa rubio y con mirada de confusión.

-¿Por qué tanta urgencia? Me habéis preocupado. -Habló hacia sus cuñados viendo a Jeon y Park con confusión. Kai había acudido corriendo hacia la dirección que sus cuñados le habían enviado.

-Kai. -Llamó la voz de su hermano mayor por un año desde el pasillo a su izquierda. El nombrado miró a Beomgyu caminar hacia él con su mano entrelazada a una figura masculina más alta que reconoció, tanto él como su lobo, al instante.

-¿Tete Hyung?

-Mi pingüinito.

Por fin, tras años, el hermano menor y el mayor de los Kim se abrazaron estrecho y con fuerza dejando que los sentimientos atragantados y por la sorpresa retumbaran entre sus pechos. Beomgyu no tardó en unirse al abrazo creando una armonía idílica entre los presentes.

Aquello era una clara definición gráfica y con ejemplos de que no importaba donde nacieras, quién te criara, como fueras o quien eras; lo importante era el amor. Era tan simple como que si TaeHyung no hubiera sido un hermano protector, cariñoso, amoroso y dulce con sus menores a pesar de las burlas, riñas, golpes, insultos y miradas de desprecio de sus padres y allegados, sus pequeño Tigre y su pequeño pingüino no estarían ahora, ahí, con él, habiendo escogido del camino del amor y no el del odio.