Capítulo 21~El verdadero trabajo de Beta

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TaeHyung se miró al espejo la mañana siguiente al salir de la ducha. JungKook acababa de marchar al colegio para dar sus clases y Jimin se levantó antes del amanecer para acudir también al cuartel; así que allí estaba el Beta, viendo su reflejo con una admiración inhumada. 

Tan inhumana como el hecho del mágico aconteciminto vivido la noche pasada. Su Beta había despertado, su lobo le había perdonado sin contemplaciones dejando en clase de nuevo que era mucho mejor que él como humano, TaeHyung se volvió a repetir que debía confiar más en él y dejarse guiar por su lobo. Y es que era una promesa que ahora lo escucharía, lo dejaría ser y lucharía por él y su casta.

Con una sonrisa boba recordó la felicidad de Jimin y JungKook cuando pudieron percibir su aroma, como sí sus tres lobos habían colisionado ente ellos creando un lado de destinados. Si así se sentía solo oliéndose y compartiendo cariño, ¿cómo sería cuando estuvieran marcados? Al analizar su sonrisa descubrió esa magia de los licántropos, como sus labios habían recuperado un tono más vivo rosado, al igual que su piel el moreno natural y ya no brillaba amarilla de modo enfermiza, su cabello incluso parecía más suave y su cuerpo no dolía. 

TaeHyung era un afortunado y lo sabía, había sobrevivido a la pérdida de su lobo hasta que pudo traerlo de vuelta. 

-¡Hola Hobi Hyung! -El Omega se quedó perplejo al oro lado de la línea mientras iniciaba la conversación con el Beta, este había respondido su llamada al primer tono.

-¿Qué ha pasado que estás de tan buen humor? -Bromeó, siendo sincero en realidad, tomando asiento junto a su Alfa en el sofá de su apartamento. 

-Tengo a Beta de nuevo. -Hoseok se quedó en silencio antes de gritar a pleno pulmón por la emoción.

-Pero,  ¿cómo...? -Cuestionó recibiendo al instante una pequeña explicación sobre lo acontecido la noche anterior. -¿Entonces ya no duele? -Preguntó al terminar TaeHyung.

-No tanto, es un dolor diferente. -Susurró abriendo la nevera y tomando con emoción un bol de fresas para comenzar a comerlas con leche condensada. -Antes dolía porque mi sangre no circulaba bien, mi fibra muscular se estaba quebrando y mis órganos estaban dejando de funcionar; ahora duele como si tuviera agujetas por haber estado sobre esforzando mi cuerpo al trabajo. -Hoseok hizo una mueca en la pausa que TaeHyung hizo para lamer uno de sus dedos con la leche condensada. -Lo mejor creo que es recuperar el apetito. -Bromeó ciertamente.

-Siempre has sido un comilón. -TaeHyun rio. -¿Vas a volver al trabajo? -El murmullo de garganta le hizo entender que era una afirmación.

-Ya he pedido cita con mi medico para una revisión antes de poder recibir el alta e incorporarme de nuevo al trabajo. -Hoseok tenía cientos de preguntas al respecto, igual que quería recordarle que debía volver a visitar al Eterno Cachorro para agradecerle su ayuda y presentarle a sus destinados, pero unos golpes al otro lado de la línea le detuvieron. 

-¿TaeHyung?

-Hyung voy a colgar, creo que Jimin o JungKook han venido a casa y eso es extraño porque deberían estar en el trabajo. -Dijo antes de colgar la llamada confuso, saliendo hacia el salón donde estaba la puerta de la casa. Su cuerpo se quedó helado cuando el fuerte aroma a azúcar tostado, caramelo, le golpeó. -¿Minnie? -Preguntó al rubio, este le miró con el brillo más animal presente en su ojos, el azul diamante era tan impactante que estremeció al Beta. -¡Amor espera!

TaeHyung cayó de espaldas al suelo cuando el mayor se lanzó sobre él, tumbándolo sin contemplaciones y comenzando a restregarse en él con una necesidad animal. El castaño sabía que todo era producto del celo, en definitiva se había tenido que adelantar y JungKook aún no llegaba para ayudarle a saber qué hacer con Jimin. 

-Beta. -La voz del Omega sonó increíblemente tierna y dulce, TaeHyung lo obligó a elevar su rostro para verlo a los ojos. Ese no era su Jimin, era su Omega infantil como cachorro.

-Menos mal. -Murmuró sentándose en el suelo y acomodando al Omega en sus brazos. -Amor, tienes que... -Su frase quedó interrumpida de nuevo por el sonar de la puerta, al elevar la vista se encontró con su Alfa sudando y con un notable dolor de cabeza por como sujetaba esta. -¿Kookie?

-Me encuentro muy raro. -Susurró quitando su chaqueta. -Es como si fuera el celo, pero no termina de llegar y... -Al inspirar profundo pudo sentir el aroma a caramelo, al expirar el suyo propio a limón se unió al del Omega haciendo que el Beta de TaeHyung quisiera tomar posesión de su cuerpo. El castaño no dudó en dejarle salir.

JungKook llegó hasta los que estaban sentados en el suelo y buscó unirse a ellos, Jimin se restregó contra el Alfa buscando más y más de su aroma. TaeHyung, escondido dentro de su pecho, observaba y era testigo de todo lo que hacía su Beta. Todo cobrando sentido poco a poco.

El celo de JungKook y Jimin se había adelantado por la muestra repentina del aroma del Beta la noche anterior, la ansiedad de los tres lobos por unirse y enlazarse palpable en sus latidos al unísono. Jimin estaba en la primera fase, siendo un cachorro adorable que solo podía mirarlos a ambos con adoración. JungKook, que debería estar loco por tener sexo, estaba en un estado muy similar al de Jimin y TaeHyung tenía su pequeña teoría. Tal vez el Alfa estaba oliendo el almizcle de caramelo con con polvos de talco y por eso se había escondido como cachorro, para no dañar al inofensivo Jimin de ese momento.

-Kookie. -Este le miró al instante, a diferencia de Jimin el Alfa seguía teniendo sus ojos humanos lo que le indicaba que su novio JungKook sí podía escucharle. -Tu Alfa está haciendo bien, yo voy a cuidar de los dos, ¿está bien? 

-Sí. -Respondió a penas con un timbre de voz nunca escuchado en él.

-Minnie, ¿estás bien amor? -El rubio ladeó su cabeza viendo al Beta mientras le hablaba dulce, con un acto inocente lamió la comisura derecha de los labios de TaeHYung donde había algo de leche condensada. -Joder. -Susurró para sí mismo, Jimin se quejó haciendo berrinche, un dulce puchero y agitando el brazo del Beta. -¿Quieres más? -El rubio asintió. -Bien, vamos a la cocina. -Con dificultad se levantó para tenderle una mano a cada uno de sus destinados, JungKook se levantó al instante y Jimin no lo hizo, bueno, no podía hacerlo. -No tengo fuerza aún par cargarte mi vida. -Susurró apenado. -Kookie, ¿tú puedes?

En Alfa no respondió, tan solo se agachó y tomó al mayor como si fuera un bebé enroscado a su pecho. TaeHyng miró con asombro como Jimin llenaba sus dedos de leche condensada y la comía lamiendo sus propios dedos sacando su lengua de forma descarada, pero es que realmente no era consciente de lo que podía provocar con esos gestos. Y que el Alfa de JungKook estuviera serio, sin una sonrisa ni mirada brillante como solía ser su humano, viendo ese acto y recibiendo los dedos también de Jimin en su boca con el dulce lo iban a matar.

Se venían días muy duros para el pobre Beta. El verdadero trabajo de Beta.

Nota: He vuelto, gracias, gracias por la paciencia y los bonitos votos y comentarios del capitulo anterior

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Nota: He vuelto, gracias, gracias por la paciencia y los bonitos votos y comentarios del capitulo anterior. Como recompensa voy a trabajar en un maratón estos próximos días para publicar todo el celo de este trío a la vez y seguido el mismo día. Tenerme un poquito de paciencia que sigo malita 💜

Una relación es trabajo de tres ~ VKookMin ⁓ JungKook, TaeHyung y JiminWhere stories live. Discover now