Ocultando | 37

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—Chat Noir, ¡tómalo!

Ladybug arrojó el volante, que contenía el akuma, y él lo destruyó.

Los poderes se desvanecieron y el conductor de autobús volvió a su forma de civil.

—¡Lo logramos! —celebraron al chocar puños.

—Bien hecho, gatito —dijo mientras le acariciaba la barbilla.

Pronto los rodeó un grupo de personas que había estado viendo la pelea desde las casas y edificios de alrededor. Se acercaron, como siempre, y les pidieron fotos y autógrafos.

—¡Ladybug, Ladybug!

Ella se encontró entre varios niños, incluso una niña vestida con un disfraz rojo con puntos negros.

—Me encanta tu disfraz —sonrió. Se encargaba de saludarlos uno por uno.

Mientras, una reportera se acercó a Chat Noir.

—¡... quienes de nuevo han salvado el día! Esta vez, fue su cataclismo quien destruyó el objeto. ¡Chat Noir! ¿Podrías decir algunas palabras para la prensa local?

—Claro, aunque ya se acaba mi energía.

—Será rápido. Bien, se han reportado más casos en este último tiempo. ¿A cuántos akumas han enfrentado este mes?

—Pues... si lo dices, a muy pocos. Creo que seis. Aunque Bugaboo debe saber el número exacto.

—¿Bugaboo? ¿Así la llamas?

—Ah... bueno, sí, es que...

—Gatito, es hora de irnos —llamó, yendo hasta donde él estaba. Apoyó un brazo en su hombro y él la rodeó por la cintura.

—Oye, Bugaboo, ¿cuántos akumas hubo este mes?

—Mmm... si no me equivoco, seis.

—Eso es poco si tenemos en cuenta el ritmo en el que se producían los ataques el año pasado —comentó la entrevistadora.

—Es cierto. No sabemos por qué, pero el ritmo ha bajado desde hace unos meses.

—Y ha subido en la última semana —añadió Chat Noir.

—Aún no sabemos qué se trae Hawk Moth o cómo son sus tácticas, intervalos y demás. Pero estamos atentos, no se preocupen.

—¿Tienen algún indicio de su identidad o dónde se esconde?

—No, lo siento —respondió ella.

—Ladybug, no sé si estabas enterada de esto, pero tienes un club de... ¿admiradores? Que te aman.

—¿En serio?

—Sí, dicen que eres bonita, valiente y determinada. Y, al parecer, destacan eso último.

—¿Admiradores? —oyó Chat Noir.

—Qué lindos. Gracias, chicos.

—Una última pregunta, con respecto a ustedes. El público los ha visto muy cercanos, más que antes, y...

—Chat Noir y yo siempre hemos sido cercanos, no lo entiendo —respondió, y apoyó la cabeza en su hombro.

—Es cierto, pero hay una duda en concreto. Lo que queremos saber es si son pareja, si conocen sus identidades o...

—Disculpen, esa es una pregunta muy personal. Cualquiera fuera la respuesta, no podemos decirla.

—De todas formas, eso no afecta en nuestro desempeño contra los ataques. Lo que importa aquí es que los mantendremos a salvo. No me gusta que la gente hable sobre nuestras vidas privadas y cree... rumores sobre...

La última cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora