Hoseok, ahora soy un hombre maduro y estoy confiado en lo que tengo, en lo que he construido contigo, he cambiado y lo único que a perdurado conmigo es mi amor por tí
Segunda parte de "Migajas de amor"
Pareja principal VHope.
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Eran las siete de la mañana, Hoseok cerro con llave la puerta de su casa mientras salía junto a su pequeño con la intención de ir a la escuela a trabajar. Estaba cansado y los rumores en la escuela junto a la constante presencia de su expareja no ayudaba a mejorar su estado anímico.
Echó un vistazo, mientras salía al rótulo que colgaba en la puerta *Familia Kim* cerró los ojos y con su maletín de piel marrón y su hijo en mano, salió en busca de su auto.
Al cabo de unos minutos Jung se despedía de su hijo con un beso en la frente al tiempo que acariciaba sus rosáceas mejillas. —Te amo, ten un buen día hijo— dijo para finalizar e ir a su puesto de trabajo.
Apenas cruzó el umbral de la puerta, su jefa lo tomó del brazo por sorpresa y con la otra mano lo golpeó suave y con energía en el hombro, con una sonrisa. SunMi sabía por lo que estaba pasando Hoseok y entendía que necesitaría tomarse las cosas con calma. Aún así le recordó, con un tono de voz que no admitia replica alguna, antes de despedirse, la urgencia de entregar el reporte de los estudiantes a tiempo.
Pero ese no era el único problema que aturdía la cabeza de Jung. Con su maletín marrón en la mano y acompañado por el amargo recuerdo de aquella turbia despedida se sentó en su escritorio para comenzar a trabajar. Bueno, más que trabajar lo que hacía era acariciar el teclado de su ordenador personal sin saber que tecla presionar. Así le estaba ocurriendo en su vida, no sabía cuál era la siguiente tecla que tenía que pulsar mientras el cursor en la pantalla permanecía en reposo a la espera de instrucciones. Sin embargo no recibió ninguna por el contrario comenzó a dar paseos por la oficina, mordiéndose la uña del dedo pulgar, cómo siempre hacia cuando no conseguía solucionar un problema.
Se detuvo cuando la melodía de su teléfono comenzó a sonar. Corrió a descolgar pues no le apetecía hablar con nadie en el momento. Rechazó la llamada y continuó desgastando su pulgar pero el teléfono vibró de nuevo en el bolsillo de su pantalón. Rodó los ojos y descolgó casi por inercia, así que arrimó el aparato a la oreja y contestó:
—¿Si?
—Hola Hobi, soy Seokjin. Jung suspiró aliviado
—Hola Jin ¿Como estás?
—Pues preocupado por ti cariño, no has respondido a mis mensajes, quería hablar contigo espero que no te importe la insistencia.
¿Le importaba? No estaba seguro de ello. En muchas ocasiones había podido comprobar lo intenso que podría ser Seokjin.
—No, tranquilo, no debes preocuparte por eso y tampoco por mi. Estoy bien, solo demasiado cansado y ocupado.
—Ya, entiendo. Bueno es que Nam piensa que hay algo más detrás.
No le dió tiempo a responder, pues inmediatamente la voz de NamJoon sonó a través de la bocina.
—¿No te parece raro que desde el día que se marchó Taehyung, no ha vuelto a presentarse en su trabajo?
