~ D o s ~

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Hoseok podía hacerme alucinar de felicidad incluso también tenía la habilidad de hacerme enojar, pero díganme ¿No es normal enojarse aún con la persona que amas? Pues aún así cuando me sonríe todo lo malo desaparece y no puedo evitar cambiar mi enojo por una sonrisa. Hoseok tiene un millón de sonrisas, pero había una en particular que podía escuchar incluso por teléfono. Una sonrisa juguetona, perspicaz y sincera.

—Tae, voy a dormir un poco el vuelo me está dando un poco de mareo—

Asentí, mientras le veía descansar con su cabeza en mi hombro, cuando lo veo confirmo que es el único chico a quien he amado de verdad, siento que es capaz de escuchar mis más profundos pensamientos, sabe cómo decir las cosas en la forma precisa que yo necesito escucharlas.

Cuando toca mi rostro me mira con ternura que no puedo hacer otra cosa más que caer rendido a sus pies, me tiene a sus pies desde la primera vez que lo miré, me tiene desde que lo besé.

Tras diecisiete horas de vuelo por fin nos encontramos descendiendo, al bajar del avión Taehyung me puso un abrigo sobre los hombros, y me recordó que el invierno en corea era más un poco más frío, o eso era lo que ambos sentíamos, al mismo tiempo...

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Tras diecisiete horas de vuelo por fin nos encontramos descendiendo, al bajar del avión Taehyung me puso un abrigo sobre los hombros, y me recordó que el invierno en corea era más un poco más frío, o eso era lo que ambos sentíamos, al mismo tiempo que plantaba un delicado beso en mis friolentos labios, con sutileza me tomó de la mano haciéndome caminar junto a él, mientras con su mano derecha empujaba el carrito dónde llevaba nuestras maletas, millones de sentimientos me invaden. Es muy raro, me había pasado los últimos meses soñando con nuestro regreso a Seúl, pero ahora aquí empecé a extrañar todo lo que deje en Ottawa, pequeñas inconformidades típicas del comportamiento humano, pero sonreí porque había vuelto triunfante y enamorado, todo lo contrario a como me marché.

...

Era una linda tarde de enero el limpia parabrisas quitaba la poca nieve que aún caía en el cristal del coche, Taehyung solo conducía mientras nos dirigíamos a nuestro antiguo hogar, donde vivimos juntos por primera vez. hablábamos y reíamos  mientras recorríamos las calles cubierta por la hermosa nieve.

—Creo que ya empezaba a echar de menos Corea ¿No te parece?— pregunté viendo cómo el sonreía animado.

—Claro que si Hobi, ¿sabes también que extrañé?—

—¡JAPCHAE! ¡KIMCHI!— gritamos al unisono, riendo a la vez por nuestro deseo de probar nuevamente comida tradicional coreana. —¿Agregamos  una Sprite?— terminé por añadir.

Al cabo de varios minutos nos encontrábamos frente a una linda zona residencial donde se encontraba nuestro pequeño hogar. Taehyung me miró a los ojos diciendo lo muy feliz que se encontraba al regresar y esta vez conmigo.
Al ingresar nos dirigimos a una de las habitaciones para descansar por unos cuantos minutos, o al menos eso era lo que yo pensaba. Pero fué todo lo contrario, ambos empezamos a prepararnos para lo que sería una grata actividad de pareja, había llegado el momento que no queríamos que llegara, nos acercamos a las cajas y a nuestro equipaje que se encontraban en la sala. Comenzamos a desempacar nuestras pertenencias para organizar nuestra casa.
Agradecía la grandiosa idea de Taehyung de mandar a amoblar la casa unas semanas antes de venir, de no ser así nuestra llegada habría Sido muy tormentosa.

Yo arreglaba los libros de la pequeña  biblioteca que había hecho Taehyung  para mi, detalles que me hacían amarlo más de lo que ya lo hacía, miré el calendario tres de enero. Las clases iniciaban en dos semanas  estaba tan emocionado no era profesor, pero me desempeñaba como pscólogo infantil, tuve la oportunidad de trabajar en diferentes lugares, pero creo que me apasionó el hecho de convivir con ellos, por eso siempre trataba de buscar trabajo en las escuelas, y gracias al cielo he contado con la suerte de ir a la escuela de seúl, dónde espero hacer muy bien mi trabajo.

—Cariño, ¿Está todo bien?— la voz de Taehyung me sacó de mi aparente concentración.

—¿Ah?—

—Digo, es que llevas tanto tiempo mirando el calendario ¿Piensas en algo?— la sonrisa de Taehyung desapareció y su rostro solo quedó en un estado neutral.

—No— negué terminando de arreglar lo que había empezado —Es solo que ya quiero trabajar, y también quiero empezar el proceso de adopción—

—Ya hablamos sobre eso Hoseok— Taehyung se acercó a mi con una voz aterciopelada, sabía a qué venía todo eso. —Tambien quiero hacerlo— sus manos acariciaban mi espalda en un intento de animarme —Pero si nos vuelven a negar la adopción no quiero que te decepciones ¿Si?— 

No sabía que decir, pues claramente la primera vez que nos negaron la adopción en Canadá por las razones más tontas me entristecí hasta el punto de no querer salir de casa, enserio estaba mal la ¿adopción homoparental? O ¿estaba mal adoptar a un niño de nacionalidad diferente a la nuestra? No, no lo estaba y por esa razón vinimos a conseguir oportunidad en corea.

—eso no sucederá Tae— le besé y proseguir alejándome de él para ponerle positivismo a mis pensamientos. Pero antes de poder salir totalmente de su presencia el timbre sonó anunciando que alguien se encontraba en nuestra puerta.

—Voy— mencionó Taehyung para dirigirse hasta la puerta.

Al abrirla las risas y las voces conocidas me hicieron sonreír  al tiempo en que corría a abrazar a los invitados.

—¡HYUNGS!— los abracé tan fuerte, como si no quisiera alejarlos de mi, eran mi familia después de todo. —Por favor pasen hace frío afuera—

—Vaya que si es cierto lo que dicen sobre el vino— el ahora pelirosa se acercó observándome de arriba hacia abajo —Sabes lo que digo ¿No?—  su risa escandalosa lleno de alegría el lugar.

—¿Ah?—

—No creo que deberías prestarle atención a Seokjin Hobi— Namjoon sonreía dejando ver sus lindos Hoyuelos, a la vez que me entregaba una caja de pizza. —Creimos que no habían comido así que... Bueno... Solo toma—

—Gracias Hyung— agradecí haciendo una reverencia mientras llevaba la caja hasta la cocina —Como es que están aquí ¿Y Japón?—

—pues yo también me pregunto lo mismo Cariño, hicistes tantas cosas a espaldas de los demás que aún me pregunto si somos relevante en tu vida— indicó Seokjin con una pequeña molestia fingida, pero él tenía la razón, cuando lo hice me fuí sin siquiera despedirme de nadie. —Me enteré y no por la boca de la persona que yo pensaba—

—¿Que quieres decir? Pensé que Taehyung te lo había dicho cuando te enviamos la invitación de nuestra boda—

—De hecho no fue así— Jin miró el rostro de incomodidad de Taehyung, por lo que prefirió cambiar el tema y seguir con la plática.

—Por cierto me he leído el libro eh, no me hubiera importado que usaras mi nombre en él, pero WWH? — todos reían en la sala mientras mis mejillas se llenaban de un color rosa por al vergüenza pero aún así e había feliz verlos reír.

—Eres el worldwide handsome ¿No?—

Todos continuaron riendo, Namjoon y Seokjin se animaron a ayudarnos a arreglar hasta que llegó el momento de despedirse,el día pasaba rápido pero estaba feliz de volver a mi vida.

💖

Si hay algún error no duden en avisarme haré pronto las correcciones.

Pregunta.. 1 ¿Se leyeron la primera parte?

Pregunta 2. ¿Que esperan de esta "secuela"?







𝘔𝘪 𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘋𝘦 𝘝𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 (𝘝𝘏𝘰𝘱𝘦)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora