~ C a t o r c e ~

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Herido y desamparado así se sentía Hoseok, su vida era un laberinto dónde el cielo no cambiaba de color, manteniendo siempre la tonalidad oscura y atormentadora. Caminaba sin rumbo por varias horas.

Se sentía solo, cansado, angustiado y arrepentido hasta de haber nacido, comenzó a dudar de todas las personas incluso de su propia existencia “¿En quien debo confiar?” se preguntaba una y mil veces, si todos le habían defraudado incluso su  tan amado esposo.

Sentía rencor y odio cuando abrió el paquete que se encontraba justo bajo su puerta, quería encontrarlo para preguntarle ¿Por qué se atrevió a engañarlo y peor aún por qué rompió su corazón?, estaba devastado pero solo tenía una razón para mantenerse fuerte, su TaeHyun. Si había una deidad capaz de consolarlo entonces le rezaría,  porque necesitaba fuerzas para soportar el dolor que sentía en esos momentos.

Un paquete con al menos una docena de fotografías de su esposo copulando y durmiendo con una mujer, fué así como su idea de amor perfecto y su cuento de hadas se desvaneció trayendo a su vez la dura realidad; la realidad dónde entendía que todo su matrimonio fue una burla, que el hombre que le había jurado y prometido tanto amor y tantas cosas bonitas había traicionado su amor.

—Papi, ¿Tu me quieres?— preguntó el pequeño inesperadamente, haciendo que su angustiado padre detuviera sus despistados pasos.

—Por supuesto mi pequeño, no he  amado a nadie como te amo a ti—

—¿Y sus papás? ¿Y a papi TaeHyung?¿ya dejaste de amarlo porque nos abandonó?—

—Eso es diferente pequeñín— respondió asombrado por las preguntas de su hijo, pero solo sonrió tímidamente revolvió los cabellos del niño y continuó —Creeme Tae, lo que se siente por un hijo supera cualquier tipo de amor, es algo incondicional—

—¿Que?—

—Que no hay condiciones ni peros, amor. Eres mi persona especial y eso no cambiará nunca, ojalá pudiera explicártelo mejor, pero cuando te enamoras de alguien puedes dejar de amarlos, aunque sea triste puede ocurrir, pero el amor hacía un hijo es inquebrantable.—

—Papi, ¿Crees que papá TaeHyung me ame tanto como tú?—

—Por supuesto que sí mi vida, para nosotros eres lo mejor que nos ha pasado, ¿De acuerdo? Ahora no pienses más en eso y vayamos por algo de comer— terminó por decir agradecido por la forma en que habló, aunque por fuera se veía tranquilo por dentro su voz y su corazón permanecían quebrados.

No sabe cuántos días lleva así, ha perdido la cuenta, aunque trató de recordar cuando era viernes y cuando era sábado desde su llegada, pero los días empezaron a emborronarse, comenzando a ser todos iguales, pues solo permanece acostado en el piso hasta que lo obligan a levantarse para comer luego vuelve a acostarse cansado pensando y soñando despierto anhelando estar en su hogar.

No habla mucho con su acompañante, sólo lo necesario; tampoco fue grata la sorpresa cuando le halló rostro a la voz que escuchaba. Jamás pensó volverla a encontrar, pero el mundo parecía ser muy pequeño, y con pocas ganas de soltar el pasado.
Todo está en silencio a falta de conversación se escucha cada ruido, una tos, un gruñido de tripas, un tragar saliva, inclusive el viento golpeando en algún lugar. Y luego están los sonidos imaginarios.

—Tae— comentó Suran a la distancia, su vos era suave, pues incluso el susurro podría ser escuchado en aquella pequeña y desolada habitación. Y aunque no recibió respuestas siguió hablando, pues de alguna manera su silencioso compañero la distraía. —¿Cómo se sienten tus muñecas?—

𝘔𝘪 𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘈𝘮𝘰𝘳 𝘋𝘦 𝘝𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 (𝘝𝘏𝘰𝘱𝘦)Where stories live. Discover now