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~BELL ROUX

No debí haber venido.

Fue un completo error.

Desde que puse un pie dentro de esta fiesta todos me lanzan miradas curiosas, lastimeras o reprobatorias. La gente ama juzgar, y yo odio ser juzgada.

«¿Quién no?»

Veía sus caras e intentaba adivinar lo que pensaban. Era sencillo. Sabía exactamente que venía a sus cabezas cuando me veían. Por más que intentaba impedir que mi mente se desviara por esos caminos no podía, no tenía mucha práctica en eso de ignorar como se comportaba el resto conmigo pues por mucho tiempo mi solución ha sido evitarlos.

Sabía que esto sucedería y, aunque ese factor me llevó a rechazar la propuesta de Luce de venir en un primer momento, incluso antes de que terminara de proponerlo, tuve que cambiar mi respuesta debido a lo insistente y molesta que era. Si me hubiese mantenido firme con el rotundo «NO» ahora estaría en mi cama y no soportando el suplicio que suponía convivir con personas de mi edad, de mi instituto, con las que solo coincidí en clases en el último año.

Sin embargo, existía Luce para cambiar mis planes a la fuerza. Lo hacía con buena intención, lo tenía muy claro, pero ella no entendía que lo que puede parecer bueno para alguien puede significar lo peor para otros.

Por suerte esta era la última fiesta con mis compañeros del instituto. Comenzaban las vacaciones y cuando terminaran comenzaría la universidad.

-Yo nunca...mmm...yo nunca nunca he besado a una chica -dijo una muchacha de cabello violeta y todos los chicos del círculo rieron sonoramente antes de llevar el vaso hasta sus bocas para beber junto a varias chicas.

«Qué sorpresa -pensé volteando los ojos antes de echar una mirada hacia donde se encontraba Lu. Ella me miraba con la misma con la expresión de alguien que considera a los chicos unos idiotas»

Luce amaba y odiaba a los hombres a partes iguales.

-Es mi turno -chilló Magenta. Me gustaría decir que con su horrible voz, pero tenía una muy linda. Odiaba eso. Odiaba su nombre de color complicado, odiaba que todos le siguieran en sus juegos como si en serio fuesen divertidos, y la odiaba a ella. Me sobran razones -. Yo nunca nunca he intentado matar a alguien.

Razón número uno: Es una perra.

Alzó el vaso mirando directamente a mis ojos.

Perra.

Perra.

Perra.

Sentí como la ira se acumulaba en mi pecho y los pensamientos pasaban por mi mente como ráfagas de polvo que nublaban mi vista. El vaso de plástico rojo se estrecho en mis manos cuando intenté cerrar mis manos. Empezaba a temblar de la rabia mientras contenía el impulso de lanzarme hacia ella violentamente.

Ignoré el golpe de energía que azotó mi cuerpo cerrando los ojos unos segundos.

Los alrededores dejaron de existir para mí, aunque se me hacía difícil dejar de escuchar los murmullos de los presentes. Casi podía sentir sus miradas tocarme.

Inhala.

Exhala.

Los abrí de nuevo.

Algunos bajaron la vista, otros me prestaron demasiada atención. Esperando mi reacción. Luce me dio un apretón en el hombro. Se lo agradecí profundamente a pesar de que cuando hable no me dirigí a ella. Tragué en seco, deseando que el nudo que sentía en mi garganta no se deshiciera en lágrimas. Tomé el vaso rojo que tenía en la mano, ahora estrujado, y lo llevé a mi boca.

Todos esperaban que bebiera su contenido. Eso no fue lo que sucedió.

Con agilidad cambie el rumbo de mi mano y lancé el contenido sobre Magenta. Se movió bruscamente para evitar que el líquido azul empapara su vestido color marfil, pero falló. Fue demasiado lenta. Sus ojos brillaron llenos de lágrimas de ira. Se encontraron con los míos mientras se ponía de pie.

-Yo nunca nunca he sido una idiota -escupí. Sentía que el corazón se me saldría del pecho. Latía con una fuerza anormal -. Deberían todos darle sus vasos a Magenta, creo que ella beberá muchísimo en esta ocasión.

Di la espalda y empecé a caminar buscando la salida con desesperación con Luce pisándome los talones.

Podía parecer que salía ganando de este enfrentamiento. La realidad era que iba sosteniendo mis pedazos para desarmarme. No podía hacerlo allí, no delante de aquella gente idiota que me acusaba de algo que no había hecho.

Tenía tres grandes debilidades, su acusación injusta ocupaba el tercer puesto. No dejaría que repararan en eso.

-Esa fue una buena reacción -me animó mi amiga -. Muy buena. Es una idiota Magenta. Espero que la mancha no se quite nunca de ese hermoso vestido.

Rodé los ojos.

-Sí, me pude controlar bastante...bastante bien, pero tengo que salir de aquí ahora -informé angustiada. Aún no me encontraba bien, pero igualmente reí divertida y nerviosa recordando lo que pasó un momento atrás -. Viste su cara fue de «¡Mierda!».

Nos miramos y ambas reímos.

Colisioné con un chico que caminaba, casi, metido en su teléfono. Me tambaleé, pero no caí.

Para suerte de él.

-Lo siento.

-¿Eres idiota o estúpido? -ladré alterada. Lanzando sobre él la ira que había nacido en mi por Magenta.

-Ya te dije que lo siento -Intentó calmarme.

-Esta bien, desaparece -Bufé antes de seguir mi camino.

-¡Vaya! Que mal humor -Lo escuché decir.

-Para graciosa tu abuela.

-¿Qué te pasa? -cuestionó Lu riéndose.

Negué con la cabeza.

Detestaba no saber controlar las malas emociones. Se salían de mi control con frecuencia. Ese era uno de los motivos por los que solo tenía dos amigos y tantos problemas.

-¿En serio no te afectó lo que dijo Magenta? -agregó Luce preocupada ante mi silencio -. Pareces...alterada.

-Me conoces Lu, no reacciono bien cuando trato con gente imbécil.

-Ese imbécil era lindo -comentó con una sonrisa pícara adornando su rostro a la vez que subía y bajaba las cejas repetidas veces.

No tuve una visión clara de él debido a la oscuridad del salón y la confusión de luces coloridas.

-Sí -me limité a decir.

-Le has dicho estúpido de varias formas a un chico que podría ser...

-No.

Ella rió.

-Quizás ese era tu chico amante a las flores -Susurró con voz soñadora posando una mano sobre su corazón.

Eso mismo había dicho con el anterior chico que creímos lindo. Pero Luce Ricci era incorregible, había que quererla así.

-Quizás lo sea Lu.

Un chico amante a las flores [✓]©Where stories live. Discover now