23||💜

847 172 35
                                    

Aquí van tres nuevos capítulos ❤️ Les diría que estuve muy ocupada y olvidé actualizar y sería completamente cierto Jajajja Estoy en exámen y me he aislado de internet.
Pd: Solo vine a esto. Voten y comenten mucho. Las observo <3

~BELL ROUX

—No lo entiendes ¡He destruido mi propia vida social! —lloriqueó Johan obteniendo un golpe en la nuca por mi parte —. ¡Oye!

Se acarició el lugar en cuestión apartándose de mí, mirándome resentido.

—Yo debería golpearte —Masculló dándome la espalda en tanto se cruzaba de brazos. Le saqué la lengua haciendo una mueca de fastidio.

Johan solía ser sumamente relajado, divertido, a veces en exceso para el humor en que me encontrara, pero tenía un punto débil que lo volvía un bebé chillón: Su imagen.

—Yo no te hice nada Jo, solo terminé lo que tú empezaste. Deja de quejarte.

Rodó los ojos y me ignoró unos segundos antes de volver a hablar. Por fortuna, de otro tema esta vez.

—¿Por qué esperamos a Luce? No necesitamos de ella para comer —Ladró de mal humor.

—No, pero pidió que pasáramos por ella y no me negaría solo porque no quieres que se burle de ti —declaré riendo hasta que él me miró serio -. Está bien, me callo.

—A mí no me interesa si ella se burla o no. Su opinión me es irrelevante.

—Sí, de seguro esa es la razón por la que todos estos días has rechazado acompañarme cuando los planes incluyen a Lu.

Resopló tirando de los bordes de su gorro cubriendo sus ojos y orejas por completo. Nos quedamos en silencio, casi acostados en uno de los sofás de la recepción. Pasó un rato mientras esperábamos por Luce para luego dirigirnos a comer algo delicioso. Apoyé mi cabeza en el respaldo del sofá, encorvándome en el proceso, justo en el momento que llevé mi mirada hasta las escaleras mecánicas y lo vi.

Deccan.

Venía bajando con el teléfono al oído. Hace días no lo veía físicamente, pero de mi mente no salían sus últimas palabras y la expresión de repulsión/decepción de su rostro mientras las decía. Incluso llegué a creerme que había hecho algo malo, a pesar de que tenía completa seguridad de que no era así.

Los dos primeros días pensé muchas cosas. Que solo se trataba de una evasión a la situación en la que lo encontró Luce, que alguien (Magenta o Genesee) le habían inventado algo respecto a mí, y cientos de escenarios más que llevaban al mismo punto; yo no merecía esas palabras de cualquier forma. No obstante, que insistan en culparte de algo que no has hecho no da mucha paz mental que digamos. Mucho menos si te importa, al menos un poco, la persona que te culpa.

Cuando me decidí a obtener respuestas a toda costa no respondió ninguna de mis llamadas, tampoco los mensajes, y, no creo que haya sido casualidad, pero no hubo ningún encuentro inesperado entre nosotros.

Ahora lo tenía a metros de mí y, aunque quería preguntarle muchas cosas, aunque, para mí, las aguas se habían calmado un poco, me estaba costando mucho dar el paso de acercarme.

Al final lo hice.

Me erguí en mi lugar antes de ponerme de pie y encaminarme hasta la base de la escalera, a su espera. Sin embargo, verme allí de pie no evitó que pasara por mi lado sin detenerse, como si fuera invisible, como si no fuese obvio que le esperaba.

—Deccan —le llamé, pero no respondió —. ¡Deccan!

Grité y él se volvió con los ojos muy abiertos. Confieso que me sentí algo avergonzada en ese momento. Muy avergonzada. Pero funcionó y fue eso lo que más me importó en ese entonces.

Un chico amante a las flores [✓]©Where stories live. Discover now