11||💜

893 183 27
                                    

1/3

~BELL ROUX

Después de pegar el grito en el cielo no supe que hacer.

Salir de la ducha no era una opción. Estaba desnuda, mojada, desorientada, y, aunque era normal considerando que me encontraba en medio de una ducha, mi rostro ardía de vergüenza. Tanto como para no desear que viese mi cara.

—¡Salte! —insistí revolviéndome debajo de la ducha, cubriendo mis pequeños senos con un brazo y parte intima con la otra mano. A pesar de que los cristales de la ducha tenían un efecto nevado que impedía que el viese mas que una sombra.

—Ya salgo, tranquila —Lo escuché decir mientras mi espalda hacía contacto con las baldosas oscuras de la pared paralela a los cristales.

«Click»

La puerta se cerró.

¿Qué estaba haciendo él aquí?¿Habría alguien más en la casa? Solo había una forma de saberlo sin salir a explorar la casa.

—¡Hey!¡Deccan! —grité moviendo las puertas corredizas un poco —. ¡Espera un momento!

Sentí como abrió la puerta una vez más. Pero no se asomó.

—¿Cambiaste de idea y quieres que me quede a acompañarte? —Inquirió. Casi podía ver la mueca de malicia en su rostro aunque se mantenía del otro lado de la puerta.

—¡No! —chillé tapando mi boca de inmediato para luego susurrar —. No, claro que no. Solo dime si hay alguien más en la casa.

—Sí ¿No has visto la fiesta en la terraza?

—¿Qué? —Ahogué un grito.

—Es broma —me di un golpe en la frente llamándome tonta por haber caído pues, antes de entrar al baño, había echado un vistazo a la terraza y sabia que no había ninguna fiesta allí —. Solo estamos Orson, mi padre y yo.

¿Por qué no me partía un rayo ahora mismo?

—Mierda —musité —. Bien, gracias. Puedes irte. Cierra la puerta, por favor.

Rio.

—¿Qué te da risa? —Resoplé cerrando la ducha cuando recién la había abierto.

—¿Crees que soy tu esclavo? Si me pides que me vaya ¿Me tengo que ir?

—Sí —espeté sin creer lo que escuchaba —. Se llama "respetar a la intimidad de otros".

—Pero antes me disponía a marcharme y me has pedido que me quede.

—Y ahora te pido que te marches y me dejes terminar de ducharme en paz.

—¿Y si decido obedecer a tu primera orden y no a la segunda?

—Deccan —Gruñí.

—Estaría haciendo lo que tú me pediste de una forma u otra.

—¡Déjame ducharme en paz!— Ordené fastidiada. Tenía un talento especial para agotar mi paciencia.

—Esta bien, está bien —Cerró la puerta.

Reabrí la ducha permitiendo que los delgados hilos de agua enjuagaran mi cabello y mi cuerpo. En unos minutos estuve fuera secando mi cabello con una toalla y vestida con un delicado vestido de tirantes con una ligera apertura en el escote, de color rosa pálido y estampado de orquídeas violetas.  Ni siquiera sequé bien mi cuerpo intentando volver a la habitación de Luce en el menor tiempo posible.

Anduve hasta puerta, exhalé tomando el picaporte, abrí y saqué mi cabeza y parte de mi cuerpo, con el objetivo de asegurarme de que el camino estuviera despejado para salir corriendo en dirección a la habitación de mi amiga.

Un chico amante a las flores [✓]©Where stories live. Discover now