Un chico amante a las flores [✓]©

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~BELL ROUX

Cuando me encontré en una posición estable en la que pudiese valerme por mi misma me separé de Deccan como si tuviese una enfermedad contagiosa. Le di la espalda y me alejé si mirar atrás ni siquiera una vez. Pasé junto a la chica rubia que nos había atrapado en la complicada situación. Su mirada estaba fija sobre mi, en cambio la mía estaba dirigida al frente. Por mi mente pasaron cientos de posibles reacciones por su parte; que tirara de mi cabello, que me llamase zorra, que me lanzara un tacón. Por suerte nada de eso sucedió y pude huir escaleras arriba en busca de Luce o un baño para esconderme. Ni siquiera me interesó ver que pasaría a continuación entre ellos, solo rebasé de dos en dos los escalones en tanto mi corazón retumbaba en mi pecho.

Me detuve una vez estuve alejada de la cúspide de la escalera, fuera de la vista de todos en el primer nivel. Masajeé mis sienes.

¿Por que me sucedían estas cosas?

Exhalé lentamente dejando el dióxido de carbono fuera para que entrara oxigeno a mis pulmones. Lo necesitaba. Mi cerebro necesitaba oxigeno.

Rebobiné lo sucedido en ms pensamientos. Los ojos bien abiertos de la chica, su expresión que mezclaba sorpresa e incredulidad, su tono recriminatorio cuando llamo la atención de Deccan. Nada tenía que ver con la calma con la que el castaño me devolvió a mi posición y su rostro impasible.

—¡Hey! ¿Qué haces por acá? —apareció Luce junto a mi colgando un bolso en su hombro —. ¿Por que estas en el corredor recostada de una pared en lugar de cómodamente en un sofá allí debajo?

—Solo huía de Deccan y una chica que, al parecer, es algo cercana a él. Lo suficiente para poner cara de pocos amigos cuando nos encontró juntos y algo cerca —respondí mirando mis uñas con despreocupación. Intentaba restarle importancia. La miré de soslayo, abría los ojos exageradamente —. Se me ocurrió subir para buscarte y estrangularte, o encerrarme en un baño ¿¡Por qué no me dijiste que Deccan estaba aquí!?¿Qué hace él aquí?

—Lo siento, Bell —musitó y luego mostró una sonrisa de disculpa —. Yo tampoco sabia que estaría hoy.

—Bien —Gruñí.

—Igual no tengo la culpa de que Deccan tenga un don especial para toparse contigo. O tú con él.

—¿Cómo no lo había pensado? —ironicé —. Te perdonaré hoy, pero...

—Bell...

—No interrumpas —la corté armando toda una escena —. La próxima vez que no me lo digas sobre la presencia de Deccan...

Luce comenzó a toser obligándome a detenerme una vez más.

—Bell...

—¿Qué pasa maldita sea?

—Tal vez ella quiere decir "Deccan está detrás de ti" —Soltó una tercera voz. Era la voz de una persona que habló tan cerca de mi oído que acarició mi cuello con su aliento. Una voz masculina.

Me moví de lugar con cada músculo de mi cuerpo tenso.

Deccan estaba escuchando. 

—Hola y adiós —Tiré del brazo de Lu.

Deccan imitó mis movimientos tomándome el a mí por un brazo de forma firme pero sin hacerme daño. Apreté el puño de la mano correspondiente a dicho brazo y desvié la mirada de su rostro a el agarre que mantenía sobre mi antes de deshacerlo moviendo el brazo con brusquedad.

Por un momento el castaño se mostro despistado, pero retomó el hilo de inmediato.

—¿Piensas irte así una vez más?