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~BELL ROUX

—Heaven sent you to me —entonaba Johan las letras de "Positions" de Ariana Grande, inclinándose para acercarse al oído de Luce desde el asiento trasero —. I'm just hopin' I don't repeat history...

—¿Ya dije que odiaba esta idea? —gruñó Lu obteniendo una carcajada doble, de parte de Jo y mía —. Pues ¡Odio esta idea!

—...never need, no...no one else, babe —continuó el moreno haciendo muecas promiscuas que Luce no podía ver. Pero yo sí, y me resultaba imposible parar de reír — ...switchin' the positions for you. Cookin' in the kitchen and I'm in the bedroom...

—Ni siquiera sabes hervir agua ser infernal ¡Ya cállate! —chilló Luce frustrada. Estaba bastante segura de que si no tuviese las manos sobre el volante las hubiera estampado en el rostro bronceado de Johan —. Y tú, mal amiga, ¡Deja de reírte y haz que pare! Si tenemos un accidente será por culpa de ustedes.

Eso solo aumentó las risas. Lu solía ser...bastante exagerada e irritable. Johan, evidentemente, se aprovechaba de eso, y yo, sinceramente, lo disfrutaba muchísimo.

No podía olvidar que unos años atrás tuve que cortar mi cabello por una goma de mascar que iba dirigida a ella.

—Detente Jo, me duele la barriga de reírme, no tendré fuerzas ni para usar la caminadora.

—No pienso parar hasta que Luce diga por qué, de repente, decidió ir al gimnasio —Sentenció.

—Sí, Luce, aún no dices nada sobre eso —Apoyé.

—Es que...solo...ayer pasaron por la televisión un anuncio de ¡No al sedentarismo!...y me sentí tan culpable y sedentaria por llevar una vida poco sana que se me ocurrió cambiar mi rutina diaria para aumentar mi esperanza de vida —Alegó sonriendo tontamente en dirección a la carretera, completamente satisfecha con su argumento.

—¿En serio? Acabas de aplicar algunas líneas de uno de nuestro trabajo de biología sobre todo los beneficios que trae hacer ejercicios físicos al organismo... No te creo nada —Escupí negando con la cabeza.

—¿Cómo puedes mentirle descaradamente a tus mejores amigos? —Agregó Johan con una mano sobre el pecho, como si le hubiese dolido una barbaridad que Luce hiciera algo como eso.

—Mejor amiga, tú eres una molesta piedra en mi zapato —Corrigió la chica al volante.

—Pero no me sacas de tu zapato de cualquier forma.

—¡Por qué Bell no me lo permite! —rebatió la extraña insinuación del moreno —. ¡Al fin llegamos!¡Necesito tomar distancia de este pesado!

Festejó mi amiga aparcando el auto y sacando la llave del contacto luego de apagarlo.

—Por cierto ¿Saben si este gimnasio es...bueno? Digo, actualmente —inquirió Lu una vez bajamos del auto y nos agrupamos para entrar en el lugar —. Deben haber pasado más de dos años desde que no vengo... Y la última vez fue para pedirle algo a mi padre que se encontraba ejercitándose.

Agregó la última frase rápidamente cuando Jo y yo la miramos extrañados.

Luce no era un sinónimo, ni remoto, de vida saludable, sana, beneficiosa, equilibrada. Todo lo contrario. A veces prefería tener a bajar de su habitación a la cocina en busca de algo para comer. En su diccionario las palabras "esfuerzo" y "ejercicio" físico, no existían. O, mejor dicho, ella las ignoraba. Así que, si ella sacaba a relucir por si sola esos temas, era una obligación sorprenderse. Además de que existía un 99 porciento de probabilidad de que hubiese un motivo oculto para que lo hiciera, algo más allá de lo que cuenta.

Un chico amante a las flores [✓]©Where stories live. Discover now