Un día como otro cualquiera me Levante a las 7 de la mañana como todos los días, me pegué una ducha, me vestí y fui directamente al despacho.
Me pare a comprar un café y otro para mi padre como hacía cada mañana.
Me dirigí al despacho de mi padre para darle su café. Estaba al teléfono y ,me hizo una señal para que esperara un momento.Cuando hubo terminado con la llamada dijo.:
- Hoy al medio día ¿ comemos juntos?
Yo le pregunté
- ¿Ha pasado algo? ¿ hay algún problema con la sede de Roma?
Y el me respondio:
- No, no te preocupes solo es que cosas de las que hablar y prefiero hacerlo comiendo con mi hija.Me quedé un poco preocupada, pero le dije :
- No hay problema, le dire a mi secretaria que nos reserve en ese restaurante nuevo que querías provar. Y me contestó que no hacía falta que se ocupaba el.- Quedamos a las 12 en el holl.
Pase toda la mañana inquieta por lo que mi padre quería contarme, pero como tenía mucho trabajo dejé de pensar y me puse manos a la obra.La mañana pasó muy rápido y en el reloj que eran la 11.55, me levanté de la silla y me dirigi hacia el holl, mi padre ya estaba allí. Me hizo u gesto y salimos juntos, nos montamos en un coche y nos dirigimos al restaurante.
Me llevo al restaurante donde yo le había propuesto, cuando llegamos a la mesa mi sorpresa fue que Rosalie estaba allí sentada. Tenia cara de felicidad, nos saludó con la mano y nos acercamos hasta allí.
Nos sentamos mi padre llamó al camarero para pedir y que no nos molestaran mientras hablamos.
¡Amelia tenemos algo de lo que hablarte !.
-Necesitamos que vayas a la sede de Roma las cosas allí no van todo lo bien que deberían.- Es necesario que vayas allí y soluciones los problemas que hay.
Me quedé boquiabierta, no me podía creer lo que me estaba diciendo. Todas mis sospechas se hicieron realidad.
-¿ A quién vas a poner en mi lugar aquí?.
- No puedes mandarme allí, hay más gente que pueda ir.
Su contestación fue que yo era la mejor para solucionar los problemas y que en mi puesto se quedaría Rosalie. Que estaba muy preparada para ocupar mi lugar hasta que yo regresara.
No podía ser ¡ LO ODIABA!
-¿ Y cuando se supone que me tengo que ir?
Y me contestó
- El jet privado estará preparado mañana por la mañana.
¡MAÑANA!
-Es demasiado pronto, tengo que dejar preparado las cosas de la oficina,mi casa.
No tengo la maleta preparada ni nada.
¿- Y cuanto tiempo se supone que me tengo que quedar?.
- El tiempo que haga falta, por lo menos un par de meses.Decidí que no tenía nada más que hablar, me levanté de la mesa y le dije a mi padre que mañana por la mañana estaría en el jet.
Me fui hacia mi casa y me puse hacer la maleta con un cabreo que hasta el perro me vio y no se acercó ni a saludarme.
Pase la noche en mi habitación, no tenía ganas de encontrarme con nadie y mucho menos con mi padre.A media noche tocaron mi puerta, no dije nada pensando que era mi padre. No tenía ganas de discutir más, abrieron la puerta y no era mi padre si no Julian.
-¿Se puede?
Y yo le contesté
- No tengo ganas de hablar.Me imagino hermanita, pero vengo a despedirme y a decirte que me parece muy injusto lo que te está haciendo.
- Pero tranquila lo harás muy bien y yo iré a visitarte y si necesitas algo llámame y allí estaré.
- Muchas gracias hermanito, lo tendré en cuenta.
Ya nos veremos.
Adiós.A las 8 de la mañana me encontraba en el jet privado de la empresa, dispuesta a viajar a Roma.
Fue un trayecto tranquilo de dos horas y media de duración.
Cuando llegue al aeropuerto me estaba esperando en la puerta un coche de la empresa, ,e preguntó si quería ir al hotel primero y le co testeo que prefería ir directa a la oficina, que alguien se ocupara de mis maletas y de ir al hotel.
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Amigos con derecho (+18 )
Teen Fiction(Terminada) Amelia es una chica de clase alta, que lo tiene todo. Excepto el cariño de su padre, ella trabaja en la empresa familiar. Es una empresa de arte y la sede oficial esta en Londres. Su padre la obliga a instalarse en Roma. ya que han abier...