CAPITULO 6. ALEXANDRO

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Cuando llegue a la habitación de Amelia nunca imaginé lo que sucedería, solo iba a disculparme por las formas en las que me fui cuando la dejé en el hotel.
La mala suerte que tuve cuando me topé con aquel charco enorme que había en el camino, probablemente si hubiera ido más rápido hubiera acabado peor, menos mal que iba despacito.
Por eso iba con esas pintas ya no me daba tiempo a cambiarme era muy tarde y si lo hacía me hecharia para atrás.

Estando ya en la ducha del hotel y la vi a ella desnuda dentro de la bañera solo podía pensar en lo preciosa que era. Y verla ahí agachado chupandome la polla de esa manera me volvía loco.
No supe cómo reaccionar, no me lo esperaba solo estaba disfrutando de la boca de esa chica que me estaba volviendo loco.
Una vez me corrí en su boca y ella salió del baño pensaba en la manera de pedirle disculpas de cómo me había comportado al irme así.
Sali del baño y la vi allí sentada en la cama, solo pensaba en tirarla encima de la cama atarla a ella y hacerla mía. Pero no podía hacer eso, no quería asustarla y que no quisiese volver a verme nunca más.
Después de haber tenido uno de los polvos más alucinantes de mi vida y verla a ella tan guapa dormida me sono el teléfono, lo cogí rápidamente para que no se despertara.
Era mi hermana pequeña, que mi madre se había vuelto a meter en problemas y la había dejado a ella y a los gemelos solos y tirados en casa.
No tuve más remedio que ir a ese pueblo  de mierda a volver a esa madre de mierda, que no hacía más que meterse en mierdas y dejar a mis pobres hermanos solos y sin protección.
Eramos cuatro hermanos yo soy el mayor de 28 años, mi hermana linzzie de 10 y los gemelos adam y robert de 2 años.
Llegue a eso de las 5 de la mañana los vdmslos estaban durmiendo y linzzie estaba en el sofá leyendo un libro.
-¿ Que haces despierta a estas horas?.
Vino hacia mí corriendo y se tiró a mis brazos.
- ¿ cómo as tardado tanto?.
Yo le sonreí y la abracé más fuerte, menudo carácter tenía la renacuaja. Tenia que ser dura para vivir en esa casa de locos.

Yo llevo muchos años luchando para poder llevármelos conmigo, ya que esa casa no es para que se críen unos niños. El estado me lo estaba poniendo difícil, pero sabía que algún día lo conseguiría.
Mi madre no es una buena persona para cuidar de unos niños.
Cada uno de nosotros somos  de un padre diferente, mi padre dejó embarazada amigos madre con 16 años y cuando se enteró desapareció. Yo lo habré visto unas dos o tres veces en la vida.
El padre de linzzie duró un poco más con ella, pero era un borracho y arrastro a la bebida a mi madre también. Duraron unos 5 años y también huyó.
El padre de los gemelos fue el peor, era borracho y drogadicto. Menudas palizas le daba a mi madre, pero como le daba dinero ella lo aguantaba.
Yo siempre era el que más perjudicado estaba, cada vez que el le levantaba la mano me metía yo por en medio y al final la paliza me la acababa llevando yo.

Mi madre también cayó en las drogas y cuando su tercer marido la abandonó su única manera de conseguir dinero era prostituyendose, y así desaparecía durante días.
Cuando se le acababa el dinero volvía llorando y pidiendo perdón y así hasta la siguiente vez.

Menos mal que conseguí que se operara para no poder tener más hijos, menudos desgraciados serían las pobres criaturas.

Sobre las nueve los enanos se levantaron buscando a Linzzie y se sorprendieron de verme allí. Se tiraron los dos a mis brazos a la vez gritando mi nombre. Mi hermana salió de su cuarto para hacerles el desayuno a esos dos granujillas.
Estuvimos hablando de mi trabajo, mi casa y que estaba haciendo para poder llevármelos, cuando de repente se abrió una puerta y apareció la madre del año.

-¿ Que estas haciendo tu aqui?.
Me dijo con cara de pocos amigos.
Con cara de cabreado la cogí y me la llevé al comedor para poderle decir bien agusto y sin que los niños me escucharan todo lo que me saliera de la boca, y no eran cosas buenas precisamente.

Después de mucho discutir he insultarnos de todas las maneras posibles le dije que me quedaría allí hasta que estuviera seguro de que mis hermanos estuvieran bien. Que no me iba a marchar hasta estar bien seguro.
- Haz lo que quieras, siempre lo haces.
- Al final te irás como siempre haces.
- Aquí no te necesitamos.
Se metió en su  cuarto a que se le pasase la borrachera.
Me llevé a los niños de compras,  compramos comida y también unos caprichillos para los enanos. Estaban tan felices y yo de verlos así.

Durante el día no paraba de pensar en Amelia, en lo que habrá pensado en no verme al despertarse. Me di cuenta que no tenía su número de teléfono así que no pude llamarla para poder avisarla.
Ya se lo explicaría cuando volviese, seguro que lo entendería.
Estaba deseando de volver y hacerle mil  cosas a Amelia de una manera que ella jamás habría experimentado, o eso creía.

Al día siguiente me levanté y VI a mi madre como siempre llorando y con la vergüenza del día después. Siempre le pasaba cuando le pegaba el bajón. Me pidió perdón de todas las maneras posibles y trato de que los niños la perdonaran.
Los gemelos son muy pequeños y no entienden pero Linzzie ya era más mayor y muy adulta para la edad que tenía. Al final después de mucho reñirla la perdono como siempre y le hizo prometer que no lo  volvería a hacer.
Ella juro y perjuro que no lo haría nunca más.
Yo no me lo crei pero ellos sí. Yo me quedaría unos días más para estar bien seguro de que así fuese.

Hable con Ernesto sobre lo que había pasado y me dijo que no me preocupara, que cogiera todos los días que necesitara. Me comentó que Amelia preguntaba por mí a la hora de la  comida. Y que el le había dicho que me había ido por unos problemas familiares.

-¡Esa chica otra vez!.
- ¿ Porque no me la puedo quitar de la cabeza?.
Sabia que ella estaría en Roma por poco tiempo, que era una chica más con la que se había acostado.
Pero no me la podía quitar de la cabeza.
Al final pasé allí una semana, hablé con Linzzie y le dije que tenía que volver al trabajo que no podía perder más días. Ella lo entendió y le dijo que volviera más a menudo a verles y que hiciera todo lo posible por sacarlos de esa casa.

Se lo prometi y le dije que si volvía a pasar cualquier cosa lo más mínimo que lo llamara enseguida.
Nos abrazamos y no dijimos nada más.
Los enanos se pusieron los dos a llorar al ver mi marcha, les prometí que  volvería pronto y con regalos. Ellos con eso se alegraron y me besaron.
A mí madre le di dinero y le dije que era para pagar facturas y comer. Que como me enterase que se lo gastaba e  algo que no fuera eso me enteraría.

Me prometió que no volvería a caer que estaba en reuniones y  con medicos. No la creía pero tenía que marcharme ya.

Fue duro despedirme de los niños pero no quedaba otra.

Llegue a Roma al atardecer, llame a Ernesto para decirle que mañana iría a trabajar. Y el se alegró mucho y me dijo que mañana me  vería y que le  contara lo que había pasado en el viaje.
Nos despedimos y me di una ducha para relajarme. Y me acosté, esa semana había sido muy dura y yo estaba destrozado.

Ya en la cama veía la cara de Amelia y pensaba en si me habia echado de menos o ya pasaba de mi.
Mañana lo averiguaría y sin más me dormí.

A las 9 en punto estaba en la sede donde trabajaba Amelia con los cafés que llevábamos todos los días. Estaba delante de su puerta y no se porque me puse muy nervioso, toque la puerta y la abrí.
Ella se quedó con cara de asombro al verme a mí allí y me dijo que pasara.
-¿ Que tal tu viaje?.
- ¿ Todo bien con tu familia?
- Si ahora todo mejor. Le dije cómo pude, la voz se me cortaba de lo nervioso que me había puesto.
- Y tú que tal por aquí. ¿Todo bien?.
- Muy bien.
- Ya te as instalado en tu casa nueva me imagino.
- Si ya estoy viviendo allí.
- Gracias por haberlo hecho posible.
- No hay porqué darlas.
La note muy rara como distante. Supongo que no le debió sentar muy bien que después de haberla follado me fuera sin haberle dicho nada.
Luego quedaría con ella y le explicaría lo que había pasado.

Le dije:
- Nos vemos a la hora de la comida.
- Si luego nos vemos.

Llego la hora de comer y llegaron como siempre el grupo entero, pero a ella no la veía por ningún lado. Pregunte a su amiga Bella y me dijo que había llegado su padre de Londres y que estaban reunidos, que hoy no vendría a comer.

Que mierda no podría quedar con ella y contarle lo que había sucedido. Bueno ya tendría otra oportunidad mañana.






La vuelta de Alexandro cambiará algo.
Y su padre que hace aquí.
Aún faltan muchas cosas por pasar
Espero os este gustando de verdad!!!!

                                                     - MONI

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