Amigos con derecho (+18 )

CAPITULO 18. LA DECISION

Llegue a mi casa sola, tenía muchas cosas de las que pensar.
Alex me mandó un mensaje diciendo que si quería que llevara algo de cena para los dos del restaurante.
Le dije que perfecto, que necesitaba fuerzas y muchas cosas en las que pensar.
-¿ Estas bien?.¿ Quieres que vaya para allá?.
- No tranquilo, luego hablamos y te lo cuento todo.
- Vale nena, te quiero.

¿ Como?¿ Me habia dicho que me queria?. No podía ser, lo habría dicho por decir seguramente.
Llame a Bella por teléfono, para preguntarle cómo habia ido la tarde y me dijo:
- Ábreme la puerta que estoy aquí.
- No te creo.
Y de repente sonó el timbre.
Abri la puerta y estaba mi mejor amiga.
-¿ Que haces aquí loca?.
- No pretenderias que me fuera a casa sin saber que ha pasado no.
- No claro mi chica no me puede llamar por teléfono, tiene que venir. Te lo agradezco de verdad Bella, me estás ayudando tanto, que ni tu lo sabes.
- Anda tonta, que me vas a hacer llorar y el rímel no es waterpluf.

Le expliqué todo lo que me habia contado Arnaldo, lo mal que se había portado mi padre con el.
- No le he perdonado por todo lo que ha hecho, pero estaba desesperado. Mi padre se la había jugado y un hombre enamorado hace lo que sea y más aún si  su mujer está enferma.
- ¿Lo vas a perdonar?
- ¿Retirarás la denuncia?.
- No se que hacer, me he creído todo lo que me ha contado. Se como es mi papaíto y no sabes cuánto me jode.
- Pensaba que había cambiado, por lo menos hacia mí. Pero veo que le importo una mierda.
Solo se preocupa de el y su mujercita.
- QUE ASCO LE TENGO.
Bella se estuvo riendo durante un rato. Le pregunté que haría ella y me contesto:
- Se que lo que ha hecho Arnaldo no está bien, pero siempre ha sido muy buen jefe y mejor amigo.
No te lo digo para que lo perdones, pero si que entiendas que con nosotros siempre hizo las cosas bien. Es más siempre preocupado con la empresa.
Por eso cuando llegaste no entendimos nada.

- Amelia haz lo que tú creas correcto, solo tu lo puede hacer.
Le dije que mañana iría a la comisaría antes de ir a trabajar con una decisión, así que debía consultarle a la almohada.

Bella se marchó, pero antes me dijo que si la necesitaba la llamara.
Me metí en el baño, llené la bañera puse velas aromáticas y bajé la luz. Conecte mi ipod y puse música relajante. Estuve un  buen rato cuando escuché la puerta de abajo, me sobresaltó pero imaginaba que sería Alex.
Efectivamente, entro en el baño y me pregunto si estaba bien.
Se sentó en el bater y me preguntó que había pasado, que Bella lo había llamado para avisarle que no  fuera a la comisaría.

Le dije que porque no se metía conmigo en la bañera, que era muy grande y me sentía sola.
- ¡Amelia!.
- Solo te pido que te metas conmigo para contarte lo que ha pasado nada más.
El me sonrió picaramente, pero cedió. Se desvistio a toda prisa y se metió en la bañera, detrás de mí.
Puso mi cabeza en su pecho y con una esponja empezó a echarme agua por el cuerpo.
Me vio el cuello todo morado y noté cómo se ponía tenso. Le dije que Gianmarco nos había mandado un e-mail con su renuncia y que no sabía nada de el.
- Espero por su bien que no aparezca, si no quiere problemas.
No quise comentarle nada de las llamadas, ni los mensajes para no preocuparle más.

Le conté con pelos y señales todo lo sucedido y las opciones que tenía con respecto a lo del robo.

-  Eso solo tú sabrás que hacer, nadie te podemos decir que hacer. Tu sabes tus sentimientos y como sois en tu familia. Si se merece la redención o no.
Que bien habla este chico. De cada vez me estoy pillando más por el y no se si eso es bueno

- Amelia voy bajando y caliento la cena. Te espero abajo.
Sali de la bañera me vestí, seque un poco la humedad de mi pelo y baje.

Alex ya tenía la mesa preparada para que cenaremos los dos, era tan atento.
-  No tenías porque de todo esto.

- Lo hago porque quiero y por cierto tenemos que hablar sobre lo de seguir viviendo aquí.
- Porfavor no me digas que te quieres ir, eres lo único bueno que tengo ahora mismo.
- No me iré hasta que tu me lo pidas.
- Eso no pasará.