CAPÍTULO 4. LA NOVEDAD

899 34 2
                                    

Ya llevaba una semana por Roma y seguía viviendo en el hotel, había mirado un par de pisos pero estaban muy lejos del trabajo y no quería perder tanto tiempo en el trayecto.

Cada mañana venía Alexandro con los cafés y no podía evitar ponerme nerviosa cada vez que lo veía.
El parecía no inmutarse cuando venía, solo me sonreía y yo  creo que por amabilidad y se iba.

También íbamos a comer al restaurante y seguía poniéndome igual de nerviosa, solo pensaba en ese mini sueño, el haciéndome eso con esa maravillosa boca. No podía evitar mojar mis bragas.
Ese día Alexandro me dijo que tenía una casa por allí cerca para alquilar, que si quería salía a las seis de trabajar y que podia acompañarme.

- ¡Perfecto me va genial!.
- Si quieres quedamos aquí a las seis y vamos a verla
- Perfecto.
- Pues tenemos una cita....
jajajaj.
Me puse tan nerviosa que todos los papeles que llevaba encima se me cayeron al suelo.
Y para colmo me llamaron por teléfono. Fue mi manera de poder salir de allí con algo de dignidad y que no se me notara lo roja que me había puesto
Recogí los papeles con su ayuda y  con un gesto de cabeza dije que nos veríamos luego. Como pude sali de allí todo lo rápido que daban mis pies.

Estando en la oficina no era capaz de concentrarme, pensando en que iba a estar a solas con el otra vez.
Pase el resto de la tarde con reuniones y papeleo, se me pasó la tarde volando y cuando me quise dar cuenta ya era hora de irme.
Fui hacia el baño para adecentarme un poco. Me peine, me pinté los labios y salí a las calle.

Llegue al restaurante y lo VI allí apoyado en su moto esperándome, con un casco en la mano para mi.
Estaba tan guapo con una chupa de cuero y unos vaqueros ajustados que le marcaban muy bien ese paquete que tiene.
Cuando volví en mi le pregunté.
-¿ As salido pronto del trabajo por mi?.
- Hoy no había mucha gente y Ernesto ( que es el dueño del restaurante) me dejó salir antes.
- ¿Preparada?
- Si tengo muchas ganas de poder dejar el hotel y poder hacer mi vida como quiera.
- Pues está a un par de calles hacia abajo
- Sube y vamos para allá.

No tardamos ni cinco minutos en llegar, nos bajamos de la moto y fuimos hacia una  casita de colores alegres no muy grande, pero tampoco muy pequeña.

Nos acercamos hasta la puerta y tocamos, nos abrieron enseguida y la chica que por cierto era demasiado guapa (Parecia una modelo de Victoria secret) se acercó a Alexandro y le dijo:
- Alex me ha surgido un problema familiar, si queréis podéis quedaros viendo la casa mientras yo voy un segundo y vuelvo.

La dueña no está en la ciudad así que tendréis que esperar a que yo llegue.
-¿ Me podéis hacer el favor?
- Claro tranquila, ya hemos terminado de trabajar. No tenemos prisa.
-¡ Perfecto!
Intentare no tardar mucho.

Bianca que es la amiga de Alexandro, la mujer que nos enseñaba la casa salió por la puerta y nosotros entramos.
Empezamos a mirar por la parte de abajo que estaba la cocina, un aseo, el comedor y un pequeño jardín con chillout y muchas plantas alrededor con luces.
La verdad es que me encantó,  nos decidimos a ir a la planta de arriba.
Subimos unas escaleras y nos encontramos con un despacho, que para mí era perfecto. Seguimos recto y vimos una habitación que habían convertido en gimnasio.
Salimos de allí al fondo del pasillo estaba el dormitorio principal con baño en suite, era grande y muy luminosa, con un buen vestidor.
Todo lo que una chica desea.

Estando los dos en la habitación me encontraba nerviosa, lo miraba de reojo y el estaba mirándolo todo como si fuera para el.
Le pregunté que le parecía y me contesto:
- Yo  creo que esta hecha para ti.
- y así yo podré venir aquí a dormir a menudo.
- Jajajajaja.
Me puse colorada como un tomate. Pero sali como pude, diciéndole que podía venir cuando quisiera.
- No me digas eso que me tendrás aquí por las noches, para calentarte la cama.
Me quedé súper cortada, pero tenía que salir de esa lo mejor posible así que le contesté.
- Eso sería muy agradable.
Y sin poder imaginármelo lo tenia encima de mi comiéndome la boca apasionadamente.
Nos tocabamospor todos lados y no se como mi camisa había desaparecido.

Amigos con derecho (+18 )Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα