CAPITULO 27. PRUEBALO

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Sali de la habitación sin saber a dónde ir, pensé que tenia hambre y me dirigi al comedor haber si todavía podía comer.

Estaba de suerte todavía se podía y es más habia bastante gente comiendo, cogí algo de pasta con nata y me senté en una mesa.

En la mesa de al lado había una chica como yo, sería de mi misma edad rubia, media melena y muy guapa. Me sonrió y me pregunto si acababa de llegar al hotel.

Le dije que hacía un par de horas que habia llegado y me preguntó:

- ¿As venido sola?.

- No he venido con mi amigo/ pareja.

- ¿ Que  está descansando?.

- Bueno, nosotros hemos ya sabes discutido y he bajado a comer algo.

- Ha bueno tranquila luego echáis un buen polvo de reconciliación y arreglado. Yo con Víctor que es mi marido acabamos de hacerlo y se ha quedado descansando en la habitación.

Me cayó bien esa chica,  no tenía pelos en la lengua y yo necesitaba algo así aquí.

- Me llamo Amelia.

- Yo soy Natalia, encantada. ¿Me puedo sentar contigo?.

- Claro, parecemos tontas hablando desde mesas separadas.

- JAJAJAJA. Es verdad.

Se cambió de mesa y me estuvo contando las cosas que se podían hacer por aquí.
Me invitó ha ver el atardecer en una lancha que habían alquilado. Le dije que hablaría con Alex y le diría cosas.

- Ves a hacer las paces con tu chico y esta tarde nos vemos en el holl del hotel sobre las 5.

Me dio su teléfono para poder contactar por si hubiera algún problema y nos despedimos

Di una vuelta por el hotel y pensé que tampoco era tan malo hablar con un experto, pero no tenía porque decidirlo en este momento.

Tampoco era necesario estar enfadados por esta tontería, a veces era demasiado dramática y Alex no se merecía la bronca que le había pegado.

Volvi a la habitación y VI que estaba todo colocado, la ropa en el armario, las maletas debajo de la cama y Alex se estaba dando una ducha.
Que mejor manera de solucionar los enfados con una buena mamada.

Me desvesti y me meti en la ducha el estaba de espaldas, lo besé por toda la parte trasera de su cuerpo.
El no dijo nada, simplemente disfrutaba de lo que le estaba haciendo. Baje hacia sus glúteos y segui besando. A el se le escapó un gemido, se que intentaba hacerse el duro, pero yo se lo ponía demasiado difícil.

Hice que se diera la vuelta y me encontré  con su pene ya erecto en mi cara.

- Me encanta que tu polla me salude cada vez que la veo.

El sin poder evitarlo se río y me puso cara de ya no puedo más.
Lami su punta tan rosita, me encantaba como se movía cada vez que la lamia.

Comenze a metermela en la boca poco a poco y mirándole a los ojos para ver su cara de excitado.
Creo que le encanta que le mire mientras se la chupo.

Una vez tenía la punta bien limpia me la meti en la boca, la tiene demasiado grande y soy incapaz de meterla entera, así que me ayudó con las manos.
Subo y bajo a buen ritmo, se que está apunto, por que como me coje del pelo, se que ya no puede más.

Le chupo con mas ganas para que llegue en mi boca, porque se que a el le gusta. Me grita:

- ME VOY A CORRER.

Amigos con derecho (+18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora