EPILOGO.

263 17 0
                                    

Llegue a Madrid a las 12 de la noche. Natalia estaba allí esperándome, su cara estaba entre preocupacion y alegría por verme.

Nos abrazamos y salimos a la calle, como era de esperar estaba mi padre.

- Lo siento Amelia, está muy preocupado por ti. No le he podido negar a venir, esta durmiendo en nuestra casa.
Víctor no le dejó coger un hotel, depues de las fiestas que hemos pasado en familia.

Me acerqué a él y como una niña pequeña me puse a llorar en sus brazos.

- Hay mi pequeña, todo lo que te queda por aprender en la vida.

No le quería contar nada del embarazo, ni de lo ocurrido con Alex.

No hasta saber lo que iba a hacer.

Pasaron dos semanas y mi padre ya se había vuelto a Londres, también había hablado con Bella y después de mucho explicarle lo entendió.

Yo ya me habia hecho con la empresa, estaba mano a mano con la directora general de allí solucionando problemas.
Por las tardes iba a dar clases de español, me estaba costando un poco. Pero ya iba entendiendo cosas.

Seguía viviendo con Natalia y Víctor, no me dejaban irme de allí.
Aún seguía pensando que hacer con el tema del bebé.
Alex no había dado señales de vida y yo tampoco preguntaba por el.
Así que estaba dispuesta a continuar mi vida sin el.

Habia quedado con Manuel, el artista que vivía aquí en Madrid.
Necesitábamos más artistas para la empresa y el era muy bueno, había quedado con el para cenar esa noche.
Tenia que convencerlo de que firmara con nosotros, aunque fuera aquí en Madrid.
Así que me fui de compras con Natalia, para comprarme un vestido muy sexi.
Y así lo convencería seguro.

- ¿Ya tienes pensado que vas a hacer, te quedarás aquí, volverás a Londres o a Roma?.
- De momento me quedo aqui, hay mucho trabajo por hacer y no pienso en el futuro.
Y no me preguntes más porque no se que voy hacer.

Llego el momento de la cena, me arreglé. Como hacía tiempo que no hacía.
Me puse un vestido muy estrecho negro, todavía no se me notaba nada, era demasiado pronto así que tenía que aprovechar.

Llegue al restaurante y Manuel estaba esperándome ya en la mesa.

Me miró de arriba a abajo y no dijo nada, con su mirada lo habia dicho todo.
- Pues tú dirás Amelia, tu as pedido esta reunión.

Estaba un poco seco, supongo que le sentó fatal el día que le dije que no quería nada con el.
Le expliqué que me habia venido a vivir aquí y que estábamos deseando que firmara con nosotros.

- Y as venido tu sola o con tu novio?.

- Yo no tengo novio, y no necesito a nadie para venir aquí.

Sono un poco borde, pero me estaba tratando un poco mal.

- Pues, si que te a cambiado la vida en poco tiempo no?.
Yo es que tengo muchas propuestas.
- No sois los únicos sabes?.

Vi que no tenía mucho más que hacer, así que le di mi tarjeta.
Pagué la cena y me marché.

- Si te interesa trabajar con gente profesional y que  cuide tu trabajo me llamas, si no tira la tarjeta que no te va a hacer falta para nada.

Y sali de allí todo lo digna que pude y me dirigi a casa de mis amigos.
Como llevaba llaves abri sin tocar.

Al entrar me quedé un poco cortada, estaban los dos montandoselo en el sofá del salón.

- Perdón, me voy a mi cuarto y no molesto más.

- Tu nunca molestas preciosa, ven y únete a nosotros.

Amigos con derecho (+18 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora