Amigos con derecho (+18 )

CAPITULO 12. EL VIAJE

Como ya había pasado la exposición y la cosa estaba más tranquila, hablé con Arthur que antes de que se fuera yo viajaría a Londres a por mis cosas.

A él le pareció bien y me dijo que me tomara el tiempo suficiente, que no había prisa.
Hable con Bianca, que era la amiga de Alexandro, la que me alquiló la casa.
Me subió el tiempo de alquiler a un año, se lo agradecí porque esa casa me gustaba mucho y me sentía como en mi casa.

Y coji un avión hacia Londres, donde no sabia lo que me iba a encontrar. Un Julian enfadado, una Rosalie triunfante por haberme quitado el trabajo y un padre, no se  como encontraría a mi padre ya que me había estado llamando todos los días y no le había cogido el teléfono. Seguramente me diría de todo, pero en verdad me daba igual.

A la llegada al aeropuerto no habia nadie esperándome, ya que no había dicho a nadie que iría para allá.
Cuando llegue a mi casa serían 10 de la mañana y como era de esperar no había nadie, solamente la gente del servicio. Norma que es el ama de llaves y la que lleva toda la casa, me abrió la puerta. Se puso tan contenta de verme, que me abrazó, me dio un beso y me dijo que pasara que me haría algo de comer.

Estuvimos hablando un buen rato, me explico que todos salían muy temprano al trabajo y llegaban muy tarde. Yo le expliqué a lo que iba y ella se entristeció mucho.
Norma había sido como la madre que no tuve y siempre me malcriada.

Me ayudó a empaquetar todas las cosas que me quería llevar y ella se ofreció a mandarlo por correo urgente.
Le pedí que alguna vez viniera a Roma a verme y ella lo prometió.

Ya eran las seis de la tarde y recordé que Logan salía de trabajar a esa hora. Me despedí de Norma, le dije que vendría para la cena y cogí el coche en dirección a casa de Logan.

Llegue a su casa y todavía no había llegado así que decidí esperarlo en el coche. Un rato más tarde VI llegar un coche que se paró en la puerta de Logan. Era el, estaba en el asiento del copiloto, se bajó del coche y una Morena bajo también del asiento del conductor, se besaron apasionadamente y ella se marchó por donde habia venido.

Me bajé del coche y silbe  para ver si se giraba. Y si, lo hizo me vio y corrió hacia mí. Nos abrazamos y subimos a su piso.

Le pregunté por la Morena que se acababa de ir, me contó que se estaban conociendo y que le gustaba mucho. Pero que iban poco a poco.
- Bueno cuéntame tu 
¿ Que tal por Roma?.
- ¿ Y los Italianos?.

Le expliqué lo sucedido con Alexandro, que todavía no sabía del rollo que iba ese chico. Me gustaba, pero siempre había algo que los echaba para atrás.
Así que habia decidido disfrutar de mi soltería.
También le hablé de Gianmarco, pero la decepción que tuve con el, no me dejaba pasar a más tampoco.
Y como no, le hablé de mi experiencia en el club swinger. El se hecho a reír.
-¿ Tu en un club de esos?.
- No me lo hubiera imaginado ni en un millón de años.

Pues le dije que me habia encantado la experiencia y que volvería a probar segurísimo.
- Tu como ahora estás pillado ya no puedes hacer esas cosas.
- No creo que a Bethani le gusten esos sitios.
- Pues conociéndote como te conozco Logan a ti si que te gustaría.
- No vayas por ese camino Amelia que ahora soy un chico fiel, pero no soy de piedra y entre tú y yo sabes lo que hay.

Yo sonreí con malicia, reconozco que yo venía aquí para hacer otro tipo de cosas. Pero el chico se nos ha enamorado, que le vamos ha hacer.

Me quedé hasta la 9, ya que le había dicho a Norma que iría a cenar. Me despedí de Logan y le hice prometer que vendría a Roma a verme. El porsupuesto que accedió, nos dimos un beso de despedida y me fui con mucha pena. Se acababa mi historia sexual con Logan, pero empezaba la de amigos normales.

Estaba un poco nerviosa por tener que ver a mi familia por decirlo de alguna manera, no sabía cómo me iban a recibir. Le dije a Norma que no dijera que estaba allí, que quería sorprenderlos.

Cuando llegue no VI a nadie en el comedor, ni por ningún lado. Norma salió a mi encuentro y me dijo que estaban todos en el jardín cenando.
Sali y dije:- He vuelto a casa.
La cara de Rosalie fue de terror, nunca pensé que me tenía miedo. Era al contrario a  mi esa mujer me daba pavor.
La cara de mi padre era de desconcierto, debía pensar que hacía allí si habíamos quedado en que me quedaría allí indefinidamente.
Y Luego estaba la cara de Julian, se estaba descojonando de la risa. Eso me alegro, me dio la pequeña esperanza de que ya no estuviera enfadado conmigo.

Me senté en la mesa y le dije a Norma que me trajese un plato para cenar con mi familia.
Todos me miraban esperando a que yo dijese algo, pero no dije nada, comencé a comer y hablar sobre lo bueno que estaba todo. Lo que echaba de menos la comida de aquí.
No articularon palabra, hasta que Julian con cara de risa comenzó a preguntarme cosas del trabajo. Estuvimos un buen rato hablando mientras que mi padre y Rosalie se miraban sin saber que decir
La escena fue muy graciosa.

Cuando terminamos con el postre mi padre arto de no saber que hacía yo allí se levantó y con cara de pocos amigos me dijo:
- ¿Que demonios estás haciendo aquí?.
  Y yo muy graciosa la dije he  vuelto a casa. Arthur al final no tiene que irse asi que ya he vuelto y vengo por mi puesto legítimo, el que me he ganado a pulso con mi esfuerzo. No por ser la mujer de nadie.
Julian ya se tiraba por los suelos de la risa y rosalie se levanto de la mesa y mirando a mi padre muy furiosa le dijo.
- Eso no es lo que me habias prometido.
- Me dijiste que ella se quedaría allí para siempre y yo llevaría la sede de aquí.
Mi padre no sabía donde mirar y yo para tocar más las narices dije.
- Anda no es temporal lo de allí no?
- Menudo mentiroso y tramposo eres papá.
- Un calzonazos en toda regla.
- ¡AMELIA!.
Me gritó muy enfadado y le dije que no se preocupara que su puesto seguiría siendo suyo, que yo había venido a por mis cosas. Que no quería que quedara nada mío aquí
- Mi vida ya no pertenece aquí, así que cogeré mis cosas y me iré por donde he venido. Mi padre me
llamó con voz derrotada pero yo ya no quería hablar más del tema, le pedí a Norma que me ayudara a bajar las dos maletas que llevaba y me dijo que me mandaría el resto lo más pronto posible, me dio un beso en la frente y salí por la puerta.

Julian me dijo que le esperara que el me llevaría donde quisiera. Le dije que me dejara en un hotel lo más  cerca posible del aeropuerto ya que mi avión salía temprano.

Me llevo hasta el hotel, los dos en silencio sepulcral. No quería ser yo quien dijera nada, era el que estaba enfadado.
Llegamos y me ayudó a bajar las maletas, se subió en el coche y se fue.
Me quedé muy triste por no haber podido hablar nada con el y haber solucionado nuestros problemas.

Pedí una habitación, esa no era mi opción. Yo pensaba que podía quedarme una noche en mi antiguo cuarto pero a la vista estaba de que no era posible.

Subí a mi habitación y nada más cerrar la puerta alguien tocó.
- No he pedido nada gracias.
- Amelia abre soy yo Julian.
Abrí corriendo y el me abrazó. No puedo estar enfadado contigo, te quiero demasiado.

Yo no lo solté en un buen rato, cuando noté que los brazos se me empezaban a dormir lo solté.
- Menudo espectáculo as montado niña.
- Jajajajaja
- Lo sé, pero se lo merecían por haberlo hecho así como lo hizo.
- Gracias por no haber contado nada, seguro que te costó muchísimo no venir antes y cantarle las cuarenta.
- Ya te digo, me costó la vida. Pero te dije que no diría nada y no lo he hecho.
Hablamos toda la noche, me estuvo contando como iban las cosas por la sede desde que yo no estaba y todos los cotilleos que por allí habían.
Cuando nos dimos cuenta ya era hora de mi viaje, tenía que embarcar en media hora y me daba muchísima pena tener que irme y dejar a Julian.
Era mi hermano y lo quería muchísimo.

- Dime que volverás a Roma a verme, pero sin celos.
Me lo prometió. Me acompaño hasta el aeropuerto y allí nos despedimos con un beso y un abrazo.
- te quiero Amelia.
- Te quiero Julian.

- Las cosas se van aclarando.
Amelia va cerrando capítulos y abriendo otros.
¿ qué pasará?.
Contadme que os parece.

                            - Moni