Capítulo extra

16K 1.8K 6K
                                    

SOPHIE 

Hubo un problema con el banquete. La chef tiene un resfriado y no puede asistir, así que van a reemplazarla con un ayudante.

Esto logra despertarme por completo. Gin, la organizadora del evento, no dice nada más que me reconforte.

¿Sigues ahí? —pregunta al cabo de unos segundos.

— Estoy pensando en saltar por mi ventana o clavarme un tenedor en los ojos —contesto levantándome de la cama, sin moverme mucho porque no quiero despertar a mi novio— Prefiero sentir dolor físico a tener que ver a Lauren disgustada en su día perfecto.

Volteo a ver que Joe no se haya despertado y en efecto, sigue durmiendo de costado. En la misma posición que hace unos minutos. Antes de llamar a Gin tuve que quitar su brazo de mí para poder alcanzar mi celular.

Lo cual, créanme, es una posición bastante cómoda para dormir y me costó bastante levantarme de la cama.

Nuestras noches así son contadas porque mis padres siguen siendo algo sobreprotectores con respecto a nuestra relación. Podemos vernos y demás, pero no pasar la noche juntos. Pero eso no nos detiene.

No me molestaría pasar el resto de mis días entre sus brazos, pero hoy mi prioridad es que las cosas salgan perfectas para Lauren y Dean.

Así que, como apenas dormí por la noche con los nervios del gran día, llamé temprano a Gin. Nos volvimos bastante cercanas desde que Lauren la contrató. Me volví básicamente su asistente, ayudándole en algunas cosas. Ella piensa que lo hago porque quiero ayudarla, pero la realidad es que estoy supervisando que este todo perfecto. Porque a la hora de planificar algo, no confío en nadie más que en mí misma para hacerlo bien.

Gin comienza a reírse, haciéndome volver a la realidad y estar un poco confundida.

— ¡Estaba bromeando! —me explica entre risas— Es divertido y algo tierno ver cuánto te importa la boda de Lauren. Es decir, ella no está pagándote.

Lauren es muy importante para mí porque es mucho más que mi psicóloga. Es la persona con la cual me desahogue, quién conoció todos mis demonios y me hizo ver que soy más fuerte que ellos.

Al principio estaba reacia a conocerla, a hablar con ella e incluso la odiaba, pero con el tiempo me di cuenta de que no podía seguir guardándome mis problemas porque iban a matarme. Así que comencé contándole algo pequeño y luego otra cosa, y cuando me di cuenta le había contado toda mi vida.

Su oficina era mi lugar seguro y ella mi mejor confidente.

Así que, no. No es necesario que Lauren me pague para hacer que las cosas en su boda sean perfectas. Me siento en deuda con ella eternamente porque fue quién me enseño que sí puedo.

— ¿Qué puedo decirte? Le debo mucho —me encojo de hombros aunque no pueda verme.

Prefiero no entrar en detalles de porqué la quiero tanto.

— Qué tierna. Eres un amor —no percibo sarcasmo en su voz— Puedes relajarte. Todo está perfecto y listo.

Debo admitir que al principio no confiaba en Gin, como dije; no me gusta no tener el control de las cosas. Pero demostró ser eficiente en su trabajo, no es buena comediante, claramente, pero al menos sabemos que no necesita elegir una nueva profesión.

Decido volver a la habitación. Abro las cortinas, dejando entrar la luz del día y después las ventanas que dan al balcón. El viento veraniego no tarda en entrar.

¿Destinados a estar juntos? (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora