Capítulo 19: Batalla final

57.4K 5.7K 3.8K
                                    

PENÚLTIMO CAPÍTULO

OLIVIA

Aunque no haya parecido, me sentí un poco mal al golpear a Dean. Escucharlo hablar sobre Lauren de esa forma me hizo sentir cómo antes. Esa vibra tan pura de amor hacía ella, me hizo recordar cómo era querer a alguien tanto que duele. Sorprendentemente no me pasó con Cameron, sino con mi relación anterior, Liam Harrison. Lo que empezó siendo algo momentáneo para protegerlo, terminó con emociones verdaderas. Al principio lo quería, sí. Pero con el tiempo fui enamorándome de él, temiendo que le lastimara y ese miedo, me llevo a ser una estúpida y perderlo. Con Cameron la historia fue distinta, lo quise desde un principio, pero no me movía el mundo. Nadie me hizo sentir un terremoto dentro de mí misma, no desde Liam. Siento pena por Dean, porque mi instinto me dice que sentimos lo mismo. Que él ama tanto a Lauren, tanto cómo...

—Debemos buscar a mi padre. ¿A dónde vas? —me dice Sophie, sacándome abruptamente de mis pensamientos, haciéndome dar cuenta de que caminaba sin sentido a la salida.

—Derek. Claro —asiento frunciendo el ceño. Me detengo pensando donde podría estar. Después de todo, las respuestas a sus preguntas es él. Derek es quién tiene ese maldito pendrive con la información. Yo sólo estuve en un mal lugar, en el momento equivocado. Pero no por eso dejaré de buscarlo— Revisa todas las habitaciones. Rápido.

Pronuncio las palabras de forma que Sophie entienda que rápido en esta ocasión es rápido. No sabemos cuánto tiempo Dean estará inconsciente pero conociéndolo no tengo dudas de que tampoco será mucho tiempo. Ella asiente con la cabeza antes de irse corriendo en dirección contraria a donde planeo ir.

La búsqueda es en vano. Corro, abro y observo pero todas brillan por la ausencia de Derek. Eso me estresa. Si no está aquí, difícilmente lo encontraremos porque no se me ocurre otro lugar. Esta casa es la respuesta, pero ¿Dónde?

La lamparita se enciende en mi cabeza, dándome alivio y confort. El sótano. Si Sophie no tuvo éxito, el sótano será nuestro gran bingo. Antes de salir de la habitación para buscar a Sophie, me detengo en mi lugar y respiro, tanto para calmarme. Los nervios y adrenalina que estoy sintiendo, son muy elevados. Tengo un mal presentimiento, aunque quizás no sea gran cosa. Aun así, salgo.

El silencio es horroroso. Jamás fui amante de el y tampoco entenderé a las personas que les gusta. Por eso, al buscar a Sophie con puntas de pie y sosteniendo un cuchillo que tome de la cocina, se me dificulta. Quiero gritar y llamarla para no desencontrarnos.

Al ver caminar a una persona vestida completamente vestida de negro, chaleco y armado sé que debo correr. Aunque no lo hago. No es momento de actuar mediante reflejos. Si corres, llamas la atención. Por ende, vuelvo a deslizarme hacia la habitación más cercana.

Bien, Dios. Toda mi vida fui a la Iglesia los domingos. ¿Puedes ayudarme haciendo que ese idiota quiera ir al baño? ¿O ayudarme a encontrar un arma mejor que un cuchillo?

Muerdo mis labios, frustrada. De repente. Hay una pistola frente a mí. Y no, no es Dios apuntándome, es el mismo guardia del que había escapado hace unos minutos.

Pero no, no está apuntándome. Esta ofreciéndomela. Frunzo el ceño, sorprendida. Tomo el arma antes de que quiera echarse para atrás y puedo ver sus ojos. Esos ojos verdes. Cubierto hasta la nariz de negro con una especie de barbijo para no delatar su identidad. Me guiña un ojo y entonces los míos se abren de la sorpresa.

No puedo decir nada porque vuelve a irse. Cerrando la puerta con él. Bien, ¿Qué demonios hace mi hermano aquí? ¿Por qué finge ser uno de los guardias de Cameron? Diablos. Espero unos y asomo mi cabeza por la puerta. Con más razón no puedo irme de aquí, si mi hermano está en esto debo quedarme hasta sacarlo también de aquí.

¿Destinados a estar juntos? (Sin editar)Where stories live. Discover now