Capítulo 9: Debo cuidarme de ti.

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Sorpresa! Espero que les guste :)

Abro mis ojos encontrándome en la fría cama de Rolly, como su trabajo le lleva la mayor parte de la noche me dejo descansar aquí. Apenas pude dormir porque estaba pensando en planes, alternativas por si Iván Lynn no tiene respuestas para nosotros y me frustre. Porque en realidad no tengo idea por donde seguir, qué camino tomar. Estoy tan perdida. Suelto un suspiro mientras me levanto para ir al baño y cepillarme los dientes. Observo mi reflejo en el espejo y entonces lo comprendo. Termino de cepillarme con rapidez y salgo del baño casi corriendo.

—¡¿Qué demonios tienen Derek y Olivia?! —exclamo despertando a Peter y Joe que estaban durmiendo en la sala.

El sillón de Rolly es uno en forma de L y es bastante amplio, por lo que cada uno duerme en un extremo. Peter que estaba durmiendo en la parte sin respaldo, se cae hacía el otro lado de la sorpresa. Mientras que Joe se incorpora con rapidez listo para enfrentarse, como si estuvieran atacándolo.

—¡¿Qué demonios tienes tú?! —exclama Peter sentándose en el suelo y viéndome con el ceño fruncido.

Joe se relaja al ver que soy yo, pero su ceño fruncido sigue intacto.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunta sentándose en el sillón con mirada cansada y algo soñoliento aún.

—¿Qué podrían tener para que los secuestraran? Son agentes del gobierno, algo más tendrían que tener para que los quieran tener, además de información, claro —me encojo de hombros.

Me recuesto en el umbral de la entrada a la sala y observo a Joe. Sus ojos verdes van hacía el suelo, procesando mi pregunta. Me cuestiono a mí misma y al universo como es que puede estar tan bueno. Con sólo una playera blanca y unos pantalones de chándal negros, y recién despertado, se ve tan atractivo como siempre. Mientras que yo, con mi pijama de seda rosa —que por cierto, es hermoso—, ojos achinados y mi cabello revuelto debo verme como algo que alguien vomitaría.

—Son las seis de la mañana, ¿en serio me despiertas para esas preguntas? —me dice Peter, a regañadientes levantándose del suelo.

—No, espera —le detiene Joe, elevando una de sus manos y aún con la mirada en el suelo. Peter espera que continúe— Tiene un punto. Uno bueno —le mira y eleva sus cejas.

Sonrío.

—Gracias —asiento orgullosa.

Joe posa su mirada en mí. Su ceño estaba relajado antes de escanearme de pies a cabeza, entonces, su ceño se frunce y se pone de pie pareciendo molesto. Arqueo una de mis cejas.

—Haré unas llamadas para responder tu pregunta. Con permiso.

Me abstengo a rodar los ojos por su temperamento. ¿Realmente siento algo por este idiota que solamente parece jugar con mis sentimientos? Muy a mi pesar, la respuesta es afirmativa. Aunque, eso deberá cambiar, no sé cómo, no sé cuándo, pero no puedo seguir enamorada de Joe. Una de las cosas más feas y tristes de pasar es no ser correspondido. No dejaré que él me lleve nuevamente a ese poso depresivo del que tanto me costó salir.

Vuelvo a irme a mi habitación —bueno, la de Rolly— y tomo mi celular. Tengo treinta mensajes de Thomas exigiendo detalles de cómo fue mi beso con Joe. Entorno mis ojos y lo llamo, pensando si me contestará o no por la hora qué es. Sorprendentemente, lo hace.

Demonios, ¿acaso estás en el ejército? —me río al escuchar su voz. Realmente lo extraño.

—Te extraño, idiota —le digo sonriendo con tristeza. Hace solo cuatro días que no lo veo, pero siento que son meses— ¿Cómo está todo por allá?

¿Destinados a estar juntos? (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora