Capítulo 13

329 49 42
                                    

~°~

YiEn había tenido un largo y tedioso día, hubiera preferido no ir a la reunión pero Ga Yi y sus ojitos de cachorro eran algo a lo que no se podía resistir y terminó cediendo.

El rumor de que el ahora alfa de la manada había decidido llevarse con él al omega varón, hijo de los Duan, a su mansión se había corrido por todo Wildcrest como reguero de pólvora y para Yi En era un poco incómodo sentir las miradas de disgusto de los alfas y betas a su alrededor. Todos eran lobos, el no tenía cuatro piernas, ocho brazos o un ojo de más y aún si tuviera todas esas extremidades en mayor o menor cantidad, no les daba el derecho de tratarlo y mirarlo como si fuera un insecto o algun animal extraño. La única maldita diferencia entre ellos y él era que él era un omega.

Para colmo de males y para terminar de coronar su tarde, Jun, la esposa de Ga Yi trataba de no dejar que los demás lobos de alta sociedad notaran el poco, o mejor dicho, totalmente nulo interés del alfa en ella. Yi En lo sabía, sabía que Ga Yi lo amaba tanto como él lo hacía, pero aún así no podía mentir, ver a la loba acercar sus largas uñas pintadas de color vino a Ga Yi y sonreírle de manera coqueta hacía sus tripas revolverse.

Jun era un dolor de cabeza constante para Yi En. La loba se encargaba de hacerle la vida imposible cada vez que tenía la más mínima oportunidad. ¿Pero que podía hacer él? ¿Quejarse con Ga Yi? No... No quería causar problemas. No quería dar la apariencia de omega desprotegido y débil. Él era inteligente, era hábil, podía hacer muchísimas cosas, si tan solo le dieran la oportunidad, pero eso no pasaría. Ga Yi era el único que lo trataba como un igual, sin importarle absolutamente nada.

Yi En suspiró mientras se acomodaba en la enorme cama que Ga Yi había pedido para él, con suaves sábanas de plumas y cobertores de seda. Colocó sus manos de bajo de su almohada, agrupandose y haciéndose una bolita. Suspiró nuevamente. Esto era mucho más de lo que podía haber pensado que tendría despues de haber descubierto que era un omega. Pudo haber sido muy malo para él, pudo haber terminado en la casa de algún bastardo desagradable al que solo le interesara quitarse las calenturas con él. Agitó la cabeza, de solo pensarlo se le revolvía el estómago.

En realidad si quitaban a Jun de la ecuación lo que tenía era más que perfecto. Ga Yi pasaba todo el tiempo con él cuando no estaba ocupado haciendo sus deberes de alfa, lo consentía y había dado la orden específica de que todos los sirvientes le consedieran lo que fuera que pidiera. Podía pasear por la enorme mansión y algunas veces por la tarde el castaño y él salían a pasear por ahí. Pero lo que más amaba, lo que era más especial y gratificante era que Ga Yi pasaba todas sus noches con él. A veces eran noches intensas de pasión desmedida que lo dejaban agotado y muchas otras simplemente se acurrucaban juntos y platicaban sobre su día hasta quedarse finalmente dormidos. Con esos pensamientos agradables se cayó en un profundo sueño.

Soñó que estaba en una casa desconocida, definitivamente no era la mansión de Ga Yi, ni mucho menos su casa. Todo era tan diferente. Parecía una especie de cabaña, con arreglos de madera pero con algunos objetos que tenían pequeñas lucecitas que jamás había visto en su vida. Se asomó por la enorme ventana viendo hacia el bosque, un basto bosque de pinos y la luna llena en el cielo. Suspiró sonriendo. Detrás de él unos fuertes brazos lo atraparon y sintió el roce de unos suaves labios en su cuello. La fragancia familiar de su alfa lo envolvió cuando tomó una respiración honda.

— Hey guapo ¿Qué haces despierto?

— No puedo dormir

— Hmm ¿Pesadillas? — Le susurró esa voz rasposa que le era tan familiar mientras unas manos acariciaban su vientre suavemente.

Déjame Protegerte [ Markson || Omegaverse ] Where stories live. Discover now