Capítulo 17.

376 52 33
                                    

—¿Iremos en eso? — Preguntó Mark mirando la bicicleta y al muchacho que estaba montado en ella.

— No — Rió la anciana — Solo tu irás

— ¡¿Yo?! — Exclamó Mark — ¡Pero yo no sé montar bicicleta!

— ¿No? — La mujer arqueó una ceja mientras sonreía divertida ante el rostro de terror del peliplateado. El chico de la bicicleta tenía cabello castaño, era delgado y ligeramente atractivo, no tanto como Jackson, según Mark. El muchacho miró em dirección del príncipe y de la anciana. Sus ojos se abrieron de par en par al ver la esbelta figura de Mark y el color tan inusual de su cabello y de sus ojos.

— ¡No! ¿Por qué mentiría? — Insistió Mark golpeando el piso con uno de sus pies.

— ¿Podrías llevarlo? — Le preguntó la mujer al castaño.

— Pero se ve pesado — Se quejó el chico tratando de aparentar no estar tan interesado en ese ojiazul tan diferente e interesante.

— ¡No es cierto! — Dijo Mark con indignación — ¡Ya baje los kilos que subi cuando estaba emb-! — La mujer tapó la boca del príncipe y se acercó a su oído — Él es un humano, muchos de ellos aún no saben sobre nosotros los lobos — Susurró, liberandolo y luego dirigió su vista al muchacho de cabello castaño nuevamente.

— Solo es a la mansión Xie, no te costará mucho trabajo. Te regalaré un pastel de fresas si lo haces — El chico hizo ademán de pensarlo y sonrió.

— Bien Bien, de acuerdo Nǎinai — Dijo el castaño volviendo a subirse a su bicicleta — ¡Sube rubiecito!

— No soy rubio... — Murmuró Mark con fastidio, acercándose al chico y pasando su pierna para acomodarse en el asiento trasero de la bicicleta.

— Sujetate — Le dijo el muchacho y el príncipe le dió una mirada de confusión mientras buscaba de donde precisamente sostenerse. No quería tomarse de su cintura pues probablemente su olor se le pegaría y Jackson realmente era un dolor de cabeza cuando se ponía celoso.

— Regresaré luego por los niños

— Muy bien. Suerte Yi En —  La anciana hizo una pequeña reverencia mientras sonreía.

—Gra- — El peliplateado quizo agradecer pero el chico avanzó repentinamente y por pura supervivencia no le quedó más que sostenerse del lugar donde no quería mientras el chico reía al sentir a Mark rodear con sus pálidos y delgados brazos su cintura.

Empezaron a avanzar por un pequeño camino, atravesando los prados verdes que Mark había recorrido con los pequeños al momento de escapar del sótano de Xie Zhang y que también había visto en las visiones de Yi En cuando huyó como un lobo.

— ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? — Se burló el castaño y el principe solo frunció el ceño aflojando el agarre que tenía aún ceñido a su cintura. — ¿Cómo te llamas?

— Mark...

— Lindo nombre yo soy Cho Bei Shan, ¿Cuántos años tienes?

— Veinte...

— Yo tengo veintiuno, no eres de por aquí ¿cierto?

— Uh... No... Pero — El rostro de Mark se volvió inexpresivo — Uh... ¿Por qué me estás interrogando? — Bei Shan rió y Mark alzó una ceja sin entender el motivo de su risa.

— Por nada — Dijo el castaño encogiendose de hombros, pero la verdad es que el peliplateado se le había hecho muy atractivo, a pesar de parecer el rey de hielo por las miradas frías y sin expresión.

Déjame Protegerte [ Markson || Omegaverse ] Where stories live. Discover now